Fuerzas Armadas Estos son los portaaviones más grandes del mundo
La guerra entre Rusia y Ucrania ha cambiado por completo los parámetros militares vigentes. La amenaza nuclear y la carrera por los misiles hipersónicos cuestionan algunos de los axiomas que hasta ahora primaban en las estrategias de los altos mandos. Por ejemplo: en estas condiciones, ¿qué papel adquieren los gigantescos portaaviones que mantienen las grandes potencias? ¿Cuál es su nuevo rol en los complejos escenarios geoestratégicos?
El USS Gerald R. Ford (CVN 78) es una mole de propulsión nuclear y un compendio de las últimas tecnologías aplicadas a la Armada. Este gigantesco portaaviones ha partido de la base naval norteamericana de Norfolk (Virginia) y se ha desplegado en el Atlántico con un nutrido y poderoso grupo de combate. España participa con la fragata Álvaro de Bazán F-101. El Gerald R. Ford se encuentra en el foco de la actualidad por ser el más moderno buque de la US Navy. Fue entregado a la Armada estadounidense en mayo del 2017 y es líder en la clase Ford de portaaviones, la primera clase nueva en más de 40 años, y comenzará el reemplazo gradual de los portaaviones de la clase Nimitz. Este gran barco, que pasa por ser el más moderno del mundo en servicio, rivaliza con otros poderosos buques en el mar. A continuación, hacemos una comparativa con sus adversarios más potentes.
Gerald R. Ford y Nimitz
El USS Gerald R. Ford (CVN 78) rinde homenaje al presidente número 38 de los Estados Unidos (1974-1977). Durante la Segunda Guerra Mundial, Ford alcanzó el rango de teniente comandante en la Armada, sirviendo en el portaaviones ligero USS Monterey (CVL 26). La ilustración que encabeza este reportaje simula a un Airbus A-380, el avión de pasajeros más grande del mundo, en la cubierta del Ford. Con una longitud de casi 73 metros y 24 metros de altura, la simulación da idea de la magnitud de este enorme portaaviones.
Aunque pueda parecer similar a un portaaviones de clase Nimitz, hay características que distinguen al Ford. Para empezar, este incluye una nueva planta nuclear con dos reactores, lo que le dota de capacidad para generar casi tres veces la cantidad de energía eléctrica. Además, incorpora un sistema electromagnético de lanzamiento de aeronaves (Emals).
Obviamente, el despegue y aterrizaje de un caza de caza en un portaaviones es una maniobra delicada, especialmente si las condiciones del mar no son adecuadas. Las pistas son cortas, por lo que hay que impulsar el avión cuando despega y, cuando aterriza, es necesario contribuir al frenado. Hasta ahora se utilizaba un sistema de catapulta de vapor. El innovador sistema del Ford ampliará la envolvente de lanzamiento de aeronaves. Simplificando, utilizan el sistema electromagnético para desplazar por un raíl una pieza a la que se engancha el avión. El dispositivo tira del caza mientras toma velocidad hasta el final de la pista, cuando lo lanza. En el aterrizaje, un cable conectado al sistema electromagnético se engancha al avión cuando toca cubierta, y frena el aparato.
Esta es una de las grandes bazas del portaaviones, junto a un innovador equipo de detención avanzado y un completo armamento. El sistema de armas incluye misiles Sea Sparrow Evolucionados y dispone asimismo de un moderno CIWS (Close-in Weapon System). El Sistema de Armas Cercano utiliza radares de última generación para detectar y neutralizar misiles antibuque cuando están a menos de dos kilómetros de su blanco. El buque tiene un desplazamiento de 100.000 toneladas a plena carga y una velocidad de algo más de 55 kilómetros por hora.
El USS Nimitz (CVN 68) es también un portaaviones de propulsión nuclear de la clase Nimitz de la Marina de los EE.UU. y recibe su nombre en honor al almirante de flota Chester W. Nimitz. El buque tiene una larga y aquilatada historia. Después de su puesta en servicio el 3 de mayo de 1975, el primer despliegue de Nimitz comenzó el 7 de julio de 1976 cuando partió de Norfolk hacia el Mediterráneo. El 10 de septiembre de 1979, fue enviado al Océano Índico cuando Irán tomó 52 rehenes estadounidenses. Cuatro meses después, se lanzó la Operación Evening Light desde Nimitz en un intento por rescatar a los rehenes, rescate que tuvo que abortarse. Operación Tormenta del Desierto, Operaciones Libertad Duradera, Operación Libertad Iraquí... desde entonces, su nombre se ha asociado a algunos de los más importantes episodios históricos militares de las últimas décadas. Pero también al cine, ya que, con permiso de Kirk Douglas, tiene un gran protagonismo en la película El final de la cuenta atrás (1980). Con el tiempo está película es recordada por los amantes de la ciencia-ficción como un clásico. El portaaviones es «absorbido» por un agujero de gusano trasladado a Pearl Harbor poco antes del ataque japonés.
Da nombre a su clase, compuesta oficialmente por diez portaaviones, y es parte del grupo de combate 11 (CSG-11), siendo buque insignia del grupo de batalla.
HMS Queen Elizabeth
El buque insignia de Reino Unido tiene 280 metros de eslora, 70 metros de manga máxima en la cubierta de vuelo, 11 metros de calado y un desplazamiento de 65.000 toneladas. Con base en Portsmouth, es considerado un orgullo nacional. Se trata del buque más grande jamás construido para la Royal Navy y dispone de cinco gimnasios, centro médico y capilla. Es capaz de transportar 40 aeronaves, pudiendo alcanzar una velocidad de crucero de 25 nudos (46km/h), con una autonomía de 10.000 millas náuticas (19.000 kilómetros). Entre las aeronaves que alberga se incluyen cazas F-35 y helicópteros Wildcat y Merlin. Varios de estos aviones participaron en operaciones contra el Daesh en Irak y Siria.
Entre estos grandes colosos marítimos destaca también el portaaviones Almirante Kuznetsov, el mayor buque de la Marina rusa en servicio desde 1991. Conocido como el portaaviones «maldito», una serie de accidentes e infortunios lo mantienen en dique seco desde 2018, cuando una grúa de 70 toneladas cayó sobre la cubierta de vuelo, matando a un trabajador. Un año después, se registró un incendio en la sala de máquinas durante un trabajo de soldadura y otras dos personas murieron.
El pasado mes de junio, la agencia rusa TASS reportó un serio retraso en su proceso reparación, por lo que no volverá a entrar en servicio al menos hasta 2024. En plena guerra de Rusia con Ucrania, y en un ambiente de máxima tensión con la OTAN, el dato es revelador de los problemas que atraviesa la logística militar rusia. El Kuznetsov está dotado con cazas Su-33, Ka-27 y MiG-29. Posee lanzadores de misiles antiaéreos Kinzhal que disparan misiles de defensa aérea Gauntlet y también tiene como defensas dos sistemas de cohetes antisubmarinos y antitorpedos. Como puede apreciarse en la imagen, cuenta con una cubierta angulada y una rampa de 12º que se desmarca del sistema de catapultas de los portaaviones occidentales.
El pasado mes de junio, y con un gran despliegue de propaganda, China botó su tercer y más avanzado portaaviones en Shanghái. El Fujian no estará plenamente operativo hasta dentro de un tiempo, pero supone un paso fundamental para la modernización de la Armada china, en un momento de gran convulsión internacional. El Fujian es el tercer coloso a disposición del régimen de Pekín y se sumará en los mares al Liaoning, que se puso en servicio en 2012; y el Shandong, que lanzó en 2019.
Curiosamente, y según se publicitó en el momento de la botadura, el Fujian es el primer buque chino dotado con un sistema de despegue de catapulta electromagnética similar al que posee el Gerald Ford. Además, es capaz de desplazar unas 80.000 toneladas, lo que lo acerca a los portaaviones estadounidenses de la clase Nimitz y Ford, con capacidad de entorno a las 100.000 toneladas. Acogerá aviones de combate Shenyang J-15 Flying Shark, una versión china del Sukhoi Su-33 Flanker ruso. Pero mientras entra en servicio, el Liaoning sigue siendo el gran mastodonte chino, con una llamativa historia llena de vicisitudes.
Tras la disolución de la Unión Soviética, el buque fue cedido a Ucrania, que tuvo que detener los trabajos cuando ya se encontraban avanzados en un 70 por ciento aproximadamente. El Gobierno ucraniano decidió entonces venderlo como chatarra a China. Finalmente, pasó a manos de un consorcio chino que lo utilizó como un gran centro comercial flotante. Posteriormente, y tras un proceso que duró varios años, tras ser concluido en China fue rebautizado como Liaoning y entregado al Ejército Popular de China. El Liaoning y el Shandong quedarán pronto rebasados por el Fujian, que marca un punto de inflexión en los anhelos de China por plantar cara al poder naval de Estados Unidos.