El submarino nuclear de ataque Clase Virginia

El asesino silencioso, el submarino nuclear de ataque Clase Virginia

Desde la batalla de Midway se había establecido que el navío dueños de los océanos era el portaviones, pero para muchos tratadistas militares hoy el verdadero rey del campo de batalla de los océanos es el submarino nuclear

Desde la Segunda Guerra Mundial la industria y la capacidad investigadora de los Estados Unidos había dado a sus fuerzas armadas la supremacía militar mundial. Solo la amenaza nuclear de los países comunistas, con el comienzo de una guerra que podía eliminar la vida en la Tierra, había oscurecido el inmenso poder de Washington.

Desde la batalla de Midway se había establecido que el navío dueños de los océanos era el portaviones, pero para muchos tratadistas militares hoy el verdadero rey del campo de batalla de los océanos es el submarino nuclear. Los submarinos nucleares de ataque son un arma costosa, con tecnología de última generación, secreta, con casi infinito poder de destrucción y evasión, lo que les convierte en unos enemigos extraordinariamente temibles.

Durante la Guerra Fría la lucha submarina tuvo un enorme protagonismo. La URSS optó por dedicar un gran esfuerzo a la guerra submarina para contrarrestar el poderío naval de Occidente. Estados Unidos comenzó la fabricación de los submarinos Clase Los Ángeles, en su día el mejor cazador de submarinos lanzamisiles rusos. Con 110 metros de eslora y un desplazamiento de 7.000 toneladas en inmersión era un buque silencioso y bien armados.

La URSS respondió con la Case Akula, a lo que Washington a su vez respondió con la Clase Seawolf, más grandes y más caros que sus predecesores de la Clase Los Ángeles. Con ellos se mejoraba la profundidad y capacidad de combatir en una guerra con graves enfrentamientos en el Ártico. Pero con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS el programa Seawolf se suspendió. El arma submarina se tuvo que adaptar a las nuevas amenazas y posibles escenarios bélicos. El lobby de submarinistas norteamericano señaló un nuevo enemigo, los submarinos convencionales (SSK), más baratos, escurridizos y enormemente peligrosos.

En la actualidad la flota de la China Popular es más numerosa que la armada estadounidense. Se puede considerar que la flota norteamericana sigue siendo superior si le sumamos las escuadras de los aliados de la OTAN (con 484 buques de guerra, incluyendo los 11 portaaviones de propulsión nuclear norteamericanos), y de naciones amigas como Japón o Australia, pero esto no quita que en la actualidad Pekín tenga una flota de guerra aparentemente más poderosa que Washington. Aunque los expertos consideran que hay factores más importantes que el número de barcos, como las tácticas, la experiencia, el entrenamiento, el liderazgo...

En cualquier caso, Estados Unidos ha movido ficha para equilibrar la situación. Su apuesta está en los submarinos de la Clase Virginia, que iniciaron su construcción en el 2004. La división Electric Boat de General Dynamics ha construido el primer submarino de esta clase, el USS Virginia (SSN-774), mientras que la empresa Northrop Grumman Newport News (NGNN) fue la encargada de llevar adelante el segundo, el USS Texas (SSN-775). El USS Virginia (SSN-774) se entregó en octubre de 2004, al que pronto se unieron el USS Texas, USS Hawaii y USS North Carolina. Ya se han entregado una veintena de unidades y en el proyecto se indica que han de llegar a ser 66 unidades listas para el combate.

La Clase Virginia tiene el objetivo de reemplazar a los submarinos más antiguos de la Clase Los Ángeles, 19 de los cuales ya han sido dados de baja de un total de 62 construidos. Los Virginia están diseñados para misiones en ambientes oceánicos y de litorales, como una alternativa menos costosa que los submarinos nucleares Clase Seawolf, de los que se han hecho solamente 3 unidades de las 29 planeadas inicialmente.

El USS Virginia (SSN-774), primero de la serie, ha tenido un coste inferior a los 2.000 millones de dólares, un precio razonable para una época de aparente paz internacional. Los Virginia están dotados de un nuevo reactor nuclear capaz de desarrollar 280.000 kW y teóricamente con la misma vida operativa que submarino que propulsa. Oficialmente alcanzan una velocidad máxima de 32 nudos, pero se cree que pueden alcanzar los 45 nudos. Con una eslora de 115 metros y un desplazamiento de 8.000 toneladas. La hélice enductada está accionada por dos turbinas de vapor (potencia estimada de unos 40.000 kW al eje), lo que hace que no emita burbujas y sea un sistema de propulsión extremadamente silencioso, algo muy deseable en un submarino de ataque, lo que le convierte en un «asesino silencioso».

Tabla 1Luis Eugenio Togores

Tabla 2Luis Eugenio Togores

Tabla 3Luis E. Togores

A diferencia de las armas chinas o rusas, sobre los submarinos de la Clase Virginia se puede contar con una más que razonable información:

–Están diseñados para la introducción de comandos Seals. El buque cuenta con una cámara para la salida de éstos inmediatamente detrás de la vela y en los laterales donde hay 4 compartimientos a cada lado donde se almacenan los equipos y armas de los Seals.

–Sobre la popa del submarino se puede posar un minisubmarino para llevar buzos a la costa, o bien atacar un blanco en forma silenciosa.

–Puede realizar ataques a tierra con misiles Tomahawk, gracias a 12 tubos en silos verticales localizados a proa del buque.

–Para las misiones «de cacería» dispone de los más avanzados sonares localizados a lo largo de todo el submarino, además cuenta con un sonar remolcado que es desplegado desde el tope del timón superior.

–Para misiones de inteligencia cuentan con avanzados sensores de escucha y de vigilancia, uno de los cuales es el periscopio, el cual ya no es óptico, sino completamente electrónico, por lo que la imagen que capta se ven en pantallas localizadas en la sala de control del buque.

Los submarinos Clase Virginia son la nueva arma de los Estados Unidos para neutralizar la flota china encabezada por sus tres flamantes portaviones: el Liaoning, un antiguo buque soviético que fue rehabilitado en 2012, el Shandong, su primer portaviones de fabricación china, y el nuevo Fujian.