Fuerzas Armadas  El imparable rearme de Marruecos ya casi iguala al presupuesto de defensa de España

El rearme de Marruecos prosigue de forma imparable, y de forma acelerada, impulsado por varios factores claves. El primero es el decisivo apoyo de Estados Unidos y, en menor medida, de Israel. Este apoyo ha dado alas a una política de adquisición de armamento al que, de otra forma, hubiera tenido difícil acceso. El segundo factor es, obviamente, la tensión con Argelia, que en los últimos meses se ha disparado como consecuencia del conflicto del Sáhara Occidental. Argelia rompió sus relaciones bilaterales y cerró su espacio aéreo con su vecino del oeste en 2021. También se recrudecieron las hostilidades con el Frente Polisario -que reclama la independencia del Sáhara Occidental-, que rompió en 2020 el alto el fuego firmado con el país magrebí.

En tercer lugar, el ambicioso programa armamentístico tiene como objetivo convertir a Marruecos en la principal potencia militar del Magreb. Un objetivo que afecta muy directamente a España como frontera sur de la Unión Europea. En este punto, no puede eludirse la reclamación perpetua de Marruecos sobre Ceuta y Melilla. La agenda de expansión territorial marroquí del «Gran Marruecos» pasa por el control de ambas ciudades autónomas españolas. En este complejo escenario geoestratégico, marcado por la inestabilidad en el Sahel, es necesario tener en cuenta también la guerra de Ucrania y la polarización que ha generado, ya que Argelia se ha inclinado al lado ruso de la balanza.

El Debate ha abordado en varias ocasiones el rearme marroquí en relación con España. Ahora, Marruecos ha aumentado en un 4,1 % la partida de los presupuestos de 2024 destinada a «adquirir y mantener equipos de las Fuerzas Armadas y apoyar el desarrollo de la industria de defensa», que alcanzará los 124.766 millones de dirhams (11.300 millones de euros), un 9,6 % del PIB del país.

Los Presupuestos Generales españoles para 2023 incluyen una asignación de recursos para el Ministerio de Defensa, que asciende a 12.827,18 millones de euros, cifra que representa un incremento del 26,31 % respecto del Presupuesto del año anterior. España destina, por tanto, 1.527 millones de euros más que Marruecos. La comparación no es homogénea, ya que en el caso español hablamos de este año frente a la previsión marroquí sobre 2024. Pero es, sin duda, ilustrativa del elevado volumen de recursos económicos que el país vecino está inyectando en el sector de la defensa. El hecho de que ambos presupuestos se estén igualando es un motivo a tener en cuenta por los estrategas militares españoles

Esos 11.300 millones de euros para defensa marroquí suponen el monto para el periodo 2024-2025 contemplado en el proyecto de Ley de Finanzas de 2024 (presupuestos) aprobado por el Gobierno marroquí y que se tramita en el Parlamento, según ha informado Efe. Frente a esa cantidad, están los 119.766 millones de dirhams (10.900 millones de euros) aprobados en las cuentas de 2023 para el periodo 2023-2024.

Esa partida de los presupuestos de 2023 para adquirir y mantener equipos militares aumentó en un 3,5 % respecto a las cuentas de 2022, cuando fue de 10.557 millones de euros, pero no incluía, al igual que los años anteriores, la parte de desarrollo de la industria de defensa.

De los presupuestos de 2021 a 2022, subió a su vez un 4,1 %, al pasar de 10.130 a 10.557 millones de euros.

Además, el presupuesto destinado a los gastos de los funcionarios de defensa y su equipamiento ha subido en el proyecto de 2024 hasta los 4.400 millones de euros, frente a los 4.200 millones de euros del año pasado.

El proyecto de presupuestos prevé la creación de 7.000 nuevas plazas para funcionarios de la Administración de Defensa para el próximo año, el mismo número de puestos creados el año pasado en esta administración, que es la segunda mayor empleadora tras el Ministerio del Interior (7.944 puestos más).

Marruecos aprobó en 2021 la ley 10-20 relacionada con materiales y equipos de defensa y seguridad, que busca desarrollar una industria armamentística en el país magrebí con la instalación de unidades industriales y la fabricación de armas mediante operadores marroquíes y con participación de operadores extranjeros.