Armada española  El asombroso mástil de la futura fragata F-110

la fragata F-110, la impresionante fragata futurista que construye Navantia, tiene uno de sus elementos claves en el mástil integrado que se levanta sobre el puente de mando. En esencia, su función es que la F-110 opere con el máximo sigilo, dificultando que el adversario pueda detectar su presencia. La compañía Indra desarrolla una complejísima gama de sensores de última generación. El sofisticado mástil cuenta además con las últimas tecnologías de guerra electrónica.

El mástil incorpora, siempre según las detalladas explicaciones de Indra, el radar primario en banda S que española desarrolla con la estadounidense Lockheed Martin le proporcionará. Este radar tiene la misión de garantizar la vigilancia aérea y de apoyar el combate antiaéreo. La tecnología de última generación que utiliza Indra permite construir el radar con centenares de pequeños bloques independientes. Es como si contuviese múltiples radares trabajando de forma coordinada. Y por tanto puede efectuar tareas de manera simultánea. Por ejemplo: operar como radar de largo alcance, mientras que además se ocupa del control de los misiles, y mientras fija el seguimiento sobre múltiples blancos. Todo ello al mismo tiempo.

Otra joya de la tecnología que se pretende implementar en la fragata es el radar Prisma 25X. Dispone de la denominada tecnología de barrido electrónico activo (AESA). En resumen, es un radar multifunción cuyo funcionamiento puede entenderse con el siguiente ejemplo: los especialistas pueden monitorizar los movimientos de blancos de superficie, pero también las aeronaves que vuelen a baja altura. Al mismo tiempo pueden detectar la presencia de periscopios de submarinos, dar apoyo al combate de superficie y controlar el aterrizaje de un helicóptero en cubierta. Es obvio que esta gran «libertad de movimientos» multiplica exponecialmente la potencia defensiva y ofensiva del buque.

Por otra parte, el sistema IFF se utiliza para identificara a las aeronaves aliadas y enemigas, y evitar el temido fuego amigo, una de las causas de bajas más frecuentes en combate. Este sensor estará basado en tecnología de barrido electrónico activo (AESA) y está formada por múltiples nodos de identificación militares y civiles.

En cuanto a los sistemas de defensa electrónica, la tecnología de Indra rastrea la banda de comunicaciones y la banda radar. Esto significa que puede detectar cualquier buque, submarino o plataforma aérea o terrestre cercana y burlar las amenazas simultáneamente. Es decir, este increíble sistema que parece de ciencia ficción impedirá que el adversario detecte su posición, dificultará sus comunicaciones y cegará los sistemas de guía de misiles.

La nueva fragata, según explican especialistas de Indra, utilizará también nuevas técnicas y algoritmos de superresolución, «capaces de descubrir comunicaciones enemigas». Destacará asimismo el IRST i110, un avanzado sistema que se desarrolla con Tecnobit, y que aporta la capacidad de protección a muy baja altura que aportará el sistema frente a misiles ‘rozaolas’ o enjambres de embarcaciones, que intentan impactar en la línea de flotación de los navíos.

Consejo de Ministros

Hay que indicar que el último Consejo de Ministros del año autorizó la suscripción de una tercera adenda al convenio con la Unión Temporal de Empresas Indra Sistemas - Navantia, relativo a los programas tecnológicos de desarrollo e integración de sensores en mástil y Sistemas de Combate de la Armada (Scomba) de la F-110.

La adenda no implica gasto adicional sobre el anteriormente autorizado (que se eleva por encima de los 133 millones de euros), ya que simplemente traslada el importe restante por librar (24,3 millones de euros) a la anualidad de 2024.

Como indica el Gobierno en su referencia, el Ministerio de Defensa contrató con Navantia en el año 2019 la construcción de cinco fragatas F-110. Como fase previa a la contratación de los buques, Defensa previó la ejecución de programas tecnológicos de investigación y desarrollo asociados a esta fragata, «para alcanzar el grado de madurez necesario en determinadas tecnologías previamente a su incorporación a los buques». Entre estos programas están los dos mencionados.

Esta tercera adenda pretende ajustar el calendario de las devoluciones al Tesoro Público de las ayudas recibidas por estas empresas.