Un militar realiza señales a un avión.Europa Press

El mayor ejercicio de maniobras militares se despliega en Galicia: 2.000 efectivos ensayan una batalla aérea

El objetivo es integrar las capacidades del Ejército del Aire, Tierra y de la Armada en el sistema de defensa

Galicia será el epicentro esta semana del mayor ejercicio de maniobras militares de coordinación entre los tres Ejércitos, el Eagle Eye (Ojo de Águila), que desarrollará su segunda edición de este año en tierras gallegas con la participación de más de 2.000 efectivos y medios por aire, tierra y mar para ensayar la respuesta ante un hipotético ataque aéreo.

Este lunes se ha presentado en el aeródromo militar de Lavacolla el ejercicio, para el que se han desplazado a Galicia numerosos medios humanos y materiales, los más vistosos, los seis Eurofighter Typhoon del Ala 11 de Morón, con base en Sevilla, que han aterrizado en Santiago entre la lluvia.

La activación Eagle Eye 24-02, la segunda de este tipo que se hace este año en España, tendrá lugar en la zona noroeste entre el 17 y el 21 de junio, aunque el grueso de las actividades serán del 18 al 20. Está liderada por el Mando Operativo Aéreo y bajo el control operativo del Mando de Operaciones.

El objetivo es integrar las capacidades del Ejército del Aire y del Espacio, del Ejército de Tierra y de la Armada en el sistema de defensa aérea nacional, perfeccionando la coordinación y la eficiencia en el desarrollo de operaciones de presencia, vigilancia y disuasión.

«Intentamos preparar a todo el mundo para que sea capaz de proteger nuestro espacio aéreo», explicó el responsable del Mando Operativo Aéreo, Pedro Belmonte, quien ha destacado que la activación de estos sistemas es diaria, los 365 días del año y durante 24 horas.

«Vigilando» cada día

«Cada día estamos preparados, vigilando, haciendo el control de todo lo que ocurre en el espacio aéreo español, e intentamos que esta vigilancia que hacemos cada día se lleve, en un momento determinado, a coordinar con el resto de los ejércitos», indicó Belmonte.

El primer ejercicio de Eagle Eye de este año, de los tres previstos, tuvo lugar en Málaga. Las maniobras se hacen rotatorias para que todos los efectivos estén familiarizados con el terreno que hipotéticamente tendrán que defender en caso de una intervención real.

Los protagonistas del ejercicio son los mandos de defensa aérea que operan contra un bando ficticio de ataque. Los medios que operan como defensa están activados sobre el territorio y, 24 horas antes, se informa a los que operarán como atacantes, de modo que la información sea lo más similar a una situación real, en la que los sistemas detecten este ataque por sorpresa.

Las zonas en las que se llevarán a cabo estos enfrentamientos simulados serán, en su mayor parte, sobre el mar, a una gran altitud, y con absoluta seguridad tanto para la población como para la aviación comercial.

La operatividad más cercana a tierra será en el área de Noia y, si lo permite la actividad del aeropuerto Rosalía de Castro, en la zona del aeródromo militar de Lavacolla, donde también se verán salir y volver a los medios aéreos.

Para dar a conocer los medios, la Unidad de Defensa de Artillería Antiaérea celebrará una jornada de puertas abiertas este jueves, a partir de las 16,00 horas, en Noia.

Participantes

Los medios aéreos serán los que movilicen más personal, unas 1.500 personas entre el Grupo Central de Mando y Control (GRUCEMAC), ubicado en la Base Aérea de Torrejón, que será el encargado de ejercer la vigilancia del espacio aéreo; El Centro de Operaciones Aéreas del MACOM, los escuadrones de Vigilancia Aérea y los seis Eurofighter, con 45 efectivos desplegados.

En el caso del Ejército de Tierra, la Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) Hércules desplegará en Noia, Porto do Son y Mazaricos su defensa antiaérea, complementando la vigilancia del espacio aéreo. La unidad está formada por los sistemas de armas antiaéreos Hawk, Patriot, Mistral y cañones 35/90, la Unidad de Transmisiones del MAAA y una unidad de protección de la fuerza (FP) del BIMT I/67 Legazpi, lo que implicará una participación de unas 300 personas.

Por parte de la Armada, la fragata F-101 Álvaro de Bazán trabajará en aguas del mar Cantábrico y océano Atlántico, con el cometido de integrarse en el sistema de defensa aérea, aportando capacidades de vigilancia y defensa antiaérea y complementar la cobertura de los Escuadrones de Vigilancia Aérea y de la UDAA desplegada.

En total, serán unos 1.500 efectivos del Ejército del Aire, unos 300 del Ejército de Tierra y aproximadamente 200 de la Armada.

Sin «amenaza concreta»

En la actualidad, en España «no hay identificada ninguna amenaza concreta», si no que las labores se centran en la defensa de la soberanía de aguas, territorios y espacio aéreo, así como en la colaboración en conflictos en el marco de la OTAN, explicó durante la presentación el general Carlos Prada.

«No estamos defendiéndonos contra ninguna amenaza concreta», ha añadido, argumentando que la presencia continua ejerce de vigilancia y supone también un factor de «disuasión», al tiempo que permite tener a todos los efectivos coordinados «en caso de que haya una amenaza».

Dentro de esta vigilancia se incluye la protección del ciberespacio ante los ataques informáticos, una nueva forma de amenaza de la seguridad y una cuestión que es trasversal a los ejércitos.

Sobre esta temática, Carlos Prada afirmó que el sistema de defensa nacional está «muy bien preparado y muy bien protegido» frente a estas situaciones, aunque «hay ataques continuamente», ha admitido.