Armada HCX-23, el rompedor buque de combate para desplegar submarinos, aeronaves y helicópteros no tripulados
El imparable auge de los drones es una realidad que se ha desarrollado a gran velocidad en los últimos años. La incorporación de drones está transformando la economía, incorporándose de una forma imparable al ámbito laboral. Según las previsiones de Drone Industry Insights en su Informe sobre el mercado mundial de drones 2023-2030, se pronostica que el mercado mundial de drones alcanzará los 54.600 millones de dólares para 2030, y el mercado comercial crecerá un 7,7 %. Dicho informe recoge asimismo que el mercado de drones comerciales está liderado por Asia gracias a China y Japón; y que, por método de aplicación, el mapeo y la topografía son y seguirán siendo las principales aplicaciones de drones, seguidas de la inspección y la fotografía y filmación.
Un desarrollo similar se viene produciendo en el ámbito de la defensa, donde los drones han revolucionado las operaciones militares en todo el mundo. Los vehículos no tripulados están adquiriendo todo tipo de diseños, tamaños y funcionalidades, y se utilizan para una amplia gama de misiones militares. Cada vez es mayor su eficiencia y versatilidad. Sin duda, un factor clave es la capacidad de reducción de riesgos personales. Además, su utilización generalizada ha favorecido una progresiva reducción en los costes de producción. Drones de reconocimiento y vigilancia; drones de ataque, diseñados para llevar y desplegar armamento en zonas de conflicto, permitiendo ataques precisos sin exponer a los pilotos; drones kamikaze, drones logísticos, drones de guerra electrónica… el sector se ha expandido por tierra, mar y aire.
Ejército del Aire y del Espacio
España impulsa una nube de combate con un caza letal y una legión de drones
Todo este gigantesco desarrollo ha tenido su réplica en otros aspectos de la industria de defensa en España, por ejemplo, Navantia planea unas flotilla de drones submarinos de altas, capacidades tecnológicas. El futuro sistema de combate aéreo (FCAS), en el que participan España, Francia y Alemania, incluye un caza de combate de sexta generación que irá acompañado por un enjambre de sofisticados drones interconectados a una nube de combate.
Uno de los proyectos más llamativos que se están dando a conocer, viene de la mano de Corea, que última la construcción de un espectacular y futurista buque portadrones: el HCX-23, desarrollado por Hyundai Heavy Industries (HHI). Esta empresa mostró la maqueta del proyecto en la exposición MADEX 2023 en Busan, Corea del Sur. Se trata de un barco de combate con una estructura trimarán, es decir, tipo catamarán de tres cascos.
El HCX-23, según el citado proyecto, tendrá una eslora de 130 metros, una manga de 36 metros y un desplazamiento de 6.000 toneladas, como puede apreciarse en el gráfico adjunto de Kindelán. El buque dispone de un poderoso sistema de combate, que incluye lanzamiento vertical de misiles (VLS) de 48 celdas. En el futuro, podría incorporar misiles tierra-aire o antisuperficie. En la parte delantera se prevé la instalación de un cañón láser.
Baja observabilidad
El buque incorpora elementos de baja observabilidad. La corporación coreana explicó en su momento que existe un espacio de lanzamiento para drones cuadricópteros, que se pueden usar en modo independiente o en enjambre, detrás de la cubierta. Los cuadricópteros son helicópteros levantados y propulsados por cuatro rotores.
El buque contará, según el proyecto, con un helipuerto para aeronaves no tripuladas de despegue y aterrizaje verticales (VTOL), y con una abertura de gran tamaño en popa para el lanzamiento de vehículos submarinos no tripulados. El HCX-23 actuará como buque nodriza tripulado para sistemas no tripulados. Se prevé que cuente con un sistema de propulsión a chorro de agua para operaciones de alta velocidad. El buque es un diseño de continuación del trimarán HCX-21 que HHI exhibió en MADEX 2021.