La retirada de Xauen, el triunfo de Franco «El Africano»

Cuando el general Primo de Rivera llegó a Ben Tieb, base de La Legión, se encontró con un teniente coronel Franco que no dudó en contestar a las ideas abandonistas del dictador, «queremos colaborar con el Directorio y ser fieles al Rey, pero que quienes nos manden nos lleven a la gloria y no al fracaso» le espetó Franco.

La tensión entre los africanistas y el dictador era palpable, aunque finalmente, el jefe de la Legión acabaría acatando las órdenes de la retirada. La peligrosa operación fue un éxito gracias a la «perseverancia y capacidad de este invicto jefe en las campañas de Marruecos» como le dijo en su felicitación Miguel Primo de Rivera.

El 17 de noviembre se inicia el repliegue de la Ciudad Santa, en Xauen están cinco banderas de la Legión, todas al mando del teniente coronel Franco, que dirigirá la operación. Franco demostró en la retirada sus dotes de mando y su capacidad estratégica.

Tras el repliegue de Xauen, Abd el-Krim intentó penetrar de nuevo en la zona española, pero fracasó gracias a la Línea Estella: posiciones próximas que se apoyaban entre sí, fáciles de abastecer y difíciles de sitiar. Aunque todavía quedarían tres años de guerra en Marruecos, había comenzado el principio del fin que llegaría a su cenit con el desembarco de Alhucemas un año después.

En el imaginario popular está ese Franco de mediana edad y voz aflautada que nos habla desde el NO-DO, pero la realidad es que el general Franco forjó su carrera militar en África, donde fue ascendiendo gracias, sobre todo, a su arrojo y valentía en el combate.