Armada española
Paso de gigante en la industria naval española: el submarino S-83 podrá recargar las baterías en inmersión
Los trabajadores de Navantia del astillero de Cartagena han vivido un momento clave en el proyecto de submarinos S-80 al completarse el embarque de los equipos del sistema de propulsión independiente del aire (AIP), basado en tecnología de hidrógeno, en el submarino S-83. La importancia de este jalón quedó acreditada con la presencia del director general de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, Almirante Aniceto Rosique Nieto.
Este paso supone un hito fundamental en el Programa S-80. Navantia ha querido poner de manifiesto que se trata de un paso que «no tiene precedente en la historia de la construcción naval en España». Se trata del embarque de la tecnología de Propulsión Independiente de la Atmósfera (AIP) desarrollada para el Ministerio de Defensa de España. Esta tecnología proporcionará a los submarinos de la Armada Española la capacidad de permanecer largos periodos de tiempo en inmersión, frente a la de unos pocos días de los submarinos convencionales diésel-eléctricos.
Los S-80 son submarinos altamente automatizados con un sistema de control de plataforma de última generación, desarrollado por Navantia Sistemas, que permite ser operado por una tripulación reducida (32 marinos y 8 plazas para el embarque de personal adicional). Pueden alcanzar una velocidad en inmersión superior a los 19 nudos, y una cota máxima de inmersión mayor de 300 metros. Tienen aproximadamente 80 metros de eslora, 7 metros de diámetro y cuentan con un desplazamiento en inmersión de unas 3.000 toneladas.
Tal y como explica Navantia, el Sistema AIP -bautizado comercialmente por Navantia como BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology)- es una planta de producción de energía innovadora que permite recargar las baterías del submarino mientras este se encuentra en inmersión, evitando realizar maniobras de snorkel periódicas para su recarga donde el buque es detectable y más vulnerable. Su complejo funcionamiento podría resumirse así, en palabras de la empresa española: «Esta planta se basa en un proceso de reformado de bioetanol —un combustible renovable obtenido a partir de materias primas de origen vegetal— para producir una corriente rica en hidrógeno con la que se alimenta, junto con oxígeno puro, una pila de combustible para producir electricidad de manera discreta».
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Este innovador sistema AIP tiene una importancia adicional, ya que permite a Navantia ofrecer en los concursos internacionales de construcción de submarinos unas capacidades únicas. Es el caso reciente, por ejemplo, de India, Canadá o Polonia, donde ya está compitiendo en concursos internacionales. Por eso Navantia incide en que, a diferencia de los equipos ya operativos en otras Marinas, el AIP es un sistema de tercera generación puesto que no requiere portar hidrógeno almacenado a bordo, sino que el propio sistema lo genera cuando es requerido. Este hecho supone «una ventaja táctica y de seguridad, incrementando la autonomía estratégica y la capacidad de disuasión del Ministerio de Defensa. Junto a la extensa sensorización del buque, incrementa aún más la seguridad de la dotación y del propio submarino y reduce al mínimo el personal que lo opera».
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La Sección 3 del submarino S-83 Cosme García alberga los equipos AIP embarcados, los tanques de oxígeno líquido y bioetanol y los sistemas auxiliares necesarios para su funcionamiento. El S-83 será el primero de los cuatro submarinos que incluirá el AIP. El S-81, el primero entregado a la Armada, tiene previsto incorporarlo en una futura gran carena, una exhaustiva reunión de todos sus sistemas.