El Debate en el Líbano

La cara oculta de la misión de los soldados españoles en el Líbano: «El Ejército no es solo un uniforme»

El Ejército de Tierra español funciona como un reloj, cuyos engranajes encajan a la perfección para que todo pueda salir adelante, más aún cuando se encuentra desplegado en zona de operaciones

La misión de Naciones Unidas en el Líbano se ha convertido en noticia esta última semana, desgraciadamente, por la guerra abierta entre Hamás e Israel y que ha acabado salpicando al país mediterráneo. El sur del Líbano siempre ha sido uno de los puntos calientes de Oriente Medio y es aquí donde un destacamento del Ejército de Tierra español se encuentra desplegado. Además de las labores de seguridad, como son las patrullas, la monitorización y la verificación del cese de hostilidades con Israel. Los soldados españoles realizan muchas otras tareas, la mayor parte de ellas desconocidas para el gran público.

Dentro de los muchos trabajos que realizan los militares españoles en el Líbano destacan los programas de cooperación cívico-militar (CIMIC). «Nuestra misión es, principalmente, mantener canales de enlace abiertos con la población local», explica el capitán Héctor Pastor, jefe de la unidad CIMIC en el Líbano. A través de los programas CIMIC, el Ejército de Tierra trata de ayudar a los locales con multitud de actividades diferentes. «Principalmente se tratan de proyectos de desarrollo», señala el capitán Pastor. En el sur del Líbano, cuenta el militar, hay cuatro problemas principales, «la gasolina, la basura, la luz y el agua».

El Ejército de Tierra se centra principalmente en dar solución a los problemas derivados de la falta de luz y agua, a través de la instalación de paneles solares, depuradores, bombas de agua y un largo etcétera. Asimismo, entre los programas que hay ahora mismo en marcha, todos con un fin educativo, destacan el proyecto Cervantes, amparado por el Instituto Cervantes, y que consiste en dar clases de español a la población local; el programa Sancho Panza, que ofrece clases de cocina española; el programa Duque de Ahumada –en honor al fundador de la Guardia Civil– mediante el cual este cuerpo visita colegios y ofrece formación sobre ciberacoso o seguridad vial o el programa Galatea, con agentes de la UME –Unidad Militar de Emergencia–, que preparan a las autoridades locales para combatir el fuego.

El proyecto Almazara, busca mejorar la productividad del aceite para que sea de mejor calidadJorge Ruiz

Pero, uno de los más populares, sin duda, es el programa Almazara, centrado en el cultivo de la oliva y la elaboración del aceite. A través de este programa, profesores y expertos españoles junto a los militares, explican y forman a los recolectores locales sobre cómo mejor la productividad y cómo hacer que su aceite sea de mejor calidad. La almazara se convierte en un lugar de encuentro para los agricultores de la zona, los catedráticos españoles se enfrentan a una marabunta de personas que preguntan sin parar y levantan la voz para hacerse oír.

Cuando la gente oye CIMIC sabe que se puede fiar de nosotrosCapitán Héctor PastorJefe de la unidad CIMIC, en el Líbano

El intérprete no da abasto, camina de un lado a otro siguiendo a los españoles, mientras intenta hacerse entender. El molino empieza a triturar la oliva y familias enteras se reúnen para contemplar el proceso, las mujeres aprovechan para cocinar y dar a probar el popular manakish, un famoso plato conocido también como pizza libanesa. Militares españoles y locales se unen. La «impronta española va quedando y se crea un clima de confianza», se enorgullece el jefe de la unidad CIMIC. «Cuando la gente oye CIMIC sabe que se puede fiar de nosotros».

La logística, el lado oscuro

Pero, para que el destacamento español desplegado en el Líbano funcione a pleno rendimiento, existe un importante número de soldados que trabajan día y noche, sin descanso, en la Unidad Logística (ULOG), muchas veces la parte más olvidada, pero imprescindible de cualquier misión. Su cometido abarca desde el abastecimiento, hasta el mantenimiento –vehículos, armas...– movimiento y transporte.

La Unidad Logística (ULOG) es muchas veces la parte más olvidadaJorge Ruiz

«La logística es el lado oscuro, pero imprescindible para la vida de la misión», asegura el capitán Simón González, al mando de la Unidad de Mantenimiento. Uno no es realmente consciente del trabajo que hay detrás, hasta que se da de bruces con la realidad de lo que es una misión en el exterior. Como aseguraban los propios militares, la logística es la parte más importante. «Las reparaciones, las revisiones, la seguridad de los materiales es fundamental. Si el arma no está operativa, no puede contribuir a la misión. Si el vehículo no está operativo o no está en buenas condiciones, las patrullas no se pueden llevar a cabo», explica el capitán.

Pero, se trata de una de las labores menos conocidas y, los que se dedican a esto lo tienen asumido. «Los que trabajamos en logística sabemos que nos toca trabajar cuando las patrullas vuelven y todo es urgente. Hay que hacerlo de noche, para que al día siguiente se pueda salir. Es así el mundo logístico. Un segundo plano, discreción», asume el militar.

El Ejército de Tierra español, más aún cuando se encuentra desplegado en zona de operaciones, donde la situación de seguridad es incierta, actúa como un reloj, compuesto por múltiples engranajes que trabajan conjuntamente y encajan a la perfección. Los propios soldados españoles afirman que son «mucho más que un uniforme» y defienden que se «puede contar con ellos para cualquier cosa».