Camino de Santiago, flecha

Camino de Santiago, flecha

Camino de Santiago

Esta es la razón por la que las flechas que marcan la ruta del Camino de Santiago son amarillas

Un cura de O Cebreiro es la razón de uno de los símbolos más icónicos del Camino de Santiago

El Camino de Santiago es una de las rutas de peregrinación más conocidas del mundo. Miles de personas de todos los rincones del mundo lo hacen, ya sea por motivos religiosos, turísticos, deportivos o culturales.

Este viaje espiritual tan deseado por muchos solo es posible con la ayuda de las famosas flechas amarillas. Las flechas de este color guían a los peregrinos durante todo el camino y en diferentes rutas, hasta la llegada a la Catedral de Santiago de Compostela. Pero este sistema de ubicación y guía geográfica no habría sido posible sin un cura de O Cebreiro.

Elias Valiña, nacido en Sarria y conocido como O cura do Cebreiro, fue uno de los promotores y conservadores del Camino de Santiago. Su relación y amor por la ruta jacobea es muy extensa y admirable, y es que gracias a él que podemos hablar del Camino de Santiago tal y como lo conocemos hoy.

Licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Comillas y doctorado por la Universidad de Salamanca, entre los años 1961 y 1962, escribió su tesis doctoral «El Camino de Santiago: Estudio histórico-jurídico», convirtiéndose así en el primer hombre en realizar una tesis doctoral sobre el Camino de Santiago. «Era un ser humano extraordinario, un visionario» explica Aser Álvarez, que junto al sobrino de Valiña, trabajó en un documental sobre el cura llamado Elias Valiña, inventor de las flechas amarillas.

Elias Valiña dedicó toda su vida a revitalizar una ruta que hasta ese momento estaba completamente abandonada. Escribió las primeras cartografías y promovió las primeras asociaciones jacobeas al margen de las administraciones. En 1984 comenzó su proyecto de la señalización del Camino de Santiago con flechas amarillas. Lo hizo desde Francia hasta Compostela.

Flecha, Camino de Santiago

Flecha, Camino de Santiago

José Valiña, su sobrino, cuenta que tenía 12 años cuando su tío lo metió en un coche en Roncesvalles y lo llevo a pintar flechas amarillas. Agrega que Elías era una persona emprendedora y determinada a revivir una ruta que le había dado mucho a él. Además, fue su sobrino el encargado de elegir el color. A diferencia de lo que muchos creen, no fue por reutilizar la pintura de las carreteras. José explica: «simplemente me gustaba el amarillo, podría haber sido verde perfectamente».

Además de las flechas, Valiño llevó a cabo varios trabajos de limpieza en el trayecto gallego, recuperó tramos perdidos e hizo la numeración kilométrica, entre otras cosas. Hoy en día se considera su trabajo de señalización como la demarcación más segura de los tramos originales de la ruta jacobea. Además de recuperar buena parte del camino, restauró y promovió la conservación del poblado de O Cebreiro, que concluyó en 1971 con la inauguración del Museo Etnográfico.

Sus esfuerzos, mérito y amor al camino hicieron que fuera nombrado por unanimidad comisario del Camino de Santiago durante el I Encuentro Xacobeo celebrado en Compostela en 1985. Antes de fallecer, pidió a su familia que se encargasen de que no se dejara de usar las flechas amarillas en el Camino, petición que hoy se sigue rigurosamente por su familia y por las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.

Valiña murió en 1989 a sus 60 años a causa de un cáncer de pulmón, por lo que no pudo ver todos los frutos de su esfuerzo. El Camino de Santiago reúne peregrinos como ninguna otra ruta de peregrinación, en el año 2022 más de 435.000 personas hicieron el camino en sus diez rutas, por lo que el sueño de Valiña de «hacer renacer el Camino de Santiago» se cumplió.

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