Sánchez intenta taponar la fuga de votos al BNG ante el riesgo de desplome del PSdeG

El temor a cosechar el peor resultado de su historia -12 escaños o menos- y a quedar terceros incluso en Vigo sobrevoló este viernes el mitin de cierre de campaña del PSdeG en Santiago de Compostela. El ascenso experimentado por el BNG de Ana Pontón en estas dos semanas es, sobre todo, a costa del trasvase de votos socialistas. Sale de su costilla. Y, además, la operación cambio resultará un doble fracaso para Pedro Sánchez si después de todo el PP conserva su mayoría absoluta.

Alertados, el presidente y su candidato aprovecharon los últimos suspiros de la campaña para tratar de taponar la fuga de votos y retener a parte del casi medio millón de gallegos que, en julio, votaron al PSOE. A ellos se refirió Sánchez: «El voto útil del 23 de julio es el voto útil del 18 de febrero», señaló. Por su parte, José Ramón Gómez Besteiro llamó a «concentrar el voto en el PSOE, ese voto que es un cambio seguro garantizado».

La baza que jugó el líder del Ejecutivo en el mitin final fue la de la ventaja que supondría tener una Xunta de Galicia alineada políticamente con el Gobierno central, y no una presidida por el PP. «Tener gobiernos que se centren en lo importante», lo llamó él.

Sánchez trató de estirar aún un poco más la polémica por el no pacto entre Alberto Núñez Feijóo y Carles Puigdemont. Un asunto sobre el que ha pivotado la campaña socialista desde el pasado sábado. «El señor Feijóo solo tenía un discurso y resultó una gran mentira», denunció. «¿Qué Feijóo es el de verdad, el que negociaba la amnistía y los indultos con los independentistas o el que proponía ilegalizarlos?», se preguntó, para regocijo de su público. «La única verdad de Feijóo es que todo en él es una gran mentira», remató.

Ahora a los socialistas les toca esperar al resultado del domingo, como al resto. Ellos, con la seguridad de que quedarán terceros. Aunque la derrota lo será menos si el BNG logra sumar, y a eso se encomiendan.