Cabo Ortegal, Galicia

Curiosidades

Así puedes viajar al centro de la tierra sin salir de Galicia

Además de tener una geología única, también tiene un gran valor biológico por su ría, en la que desembocan dos ríos

De pocos lugares en el mundo se puede decir que tienen acceso al centro de la tierra. Aunque, en la realidad es imposible viajar al núcleo de nuestro planeta, por los 5.000 grados de temperatura, hay ciertos lugares que tienen la dicha de acercarse (dentro de lo posible) al sueño de Julio Verne.

En España encontramos precisamente uno de esos mágicos lugares. Se trata de Cabo Ortegal, un geoparque gallego en el que se pueden observar materiales geológicos que normalmente se encuentran a 70 kilómetros de profundidad. Este cabo es el punto más septentrional de la península, después del cabo de Estaca de Bares. Además, es la marca simbólica que divide las aguas del océano Atlántico y el mar Cantábrico.

El cabo está presidido por un faro rojo y blanco y, junto a este, se observan unas piedras puntiagudas que emergen del agua. Estas son conocidas como Os Aguillóns y son las que marcan el kilómetro 0, como ya se mencionó, el punto de visión del océano y el mar.

Desde la época fenicia, los barcos que llegaban a nuestras costas sabían que estaban en la esquina de la península gracias a estas formaciones rocosas. De esta manera, si querían ir al norte de Europa, seguían su camino y si querían ir a Francia, cruzaban a la izquierda. Junto con el faro de Hércules, este sitio geográfico fue fundamental para la navegación antigua. Así, lo cuenta Ptolomeo, astrónomo y geógrafo griego, que menciona estos picos en uno de sus escritos bajo el nombre de «Trileuco».

Viaje al centro de la tierra

Este geoparque, que lleva el nombre del cabo, tiene una extensión de 632 kilómetros cuadrados repartidos en siete municipios. En 2023, la UNESCO incluyó este lugar en la red de geoparques mundiales, y es que ofrece unas vistas que solo se pueden ver en las profundidades.

Este lugar no es solo increíble por su belleza, sino también por su singular manto terrestre. Para entender por qué estos minerales de las profundidades de la tierra están expuestos en la superficie, hay que remontarse a unos 350 millones de años atrás. Hasta finales del paleozoico existían continentes separados. Sin embargo, un movimiento en las placas tectónicas hizo que todos se unieran en uno solo, dando lugar al supercontinente de Pangea. Este movimiento de la tierra hizo que las rocas, que se encuentran en este geoparque, emergieran de las profundidades, dejando en la superficie formaciones que sería imposible observar de otra manera.

El apartado del parque en la página web de la UNESCO explica: «Este geoparque ofrece algunos de los testimonios más completos de Europa de la colisión que originó Pangea, un proceso conocido como orogénesis varisca. La mayoría de las rocas de este geoparque salieron a la superficie por la colisión de dos continentes, Laurasia y Gondwana, que acabarían uniéndose al supercontinente Pangea hace unos 350 millones de años. Cuando se produjo la colisión, estas rocas estaban situadas en el manto superior de la Tierra, a más de 70 km de profundidad»

Una de estas rocas es la ecoglita, una roca negra de una dureza extrema. Se caracteriza por tener unos puntos color rosa, originados por otro mineral llamado granate. Al igual que otras rocas en este parque, para que se dé su formación tienen que estar a cierto nivel de profundidad, por lo que es una suerte que podamos observarla en la superficie. También es cierto que se pueden ver en otros lugares del planeta. No obstante, es en Galicia donde se ven más extendidamente.

Una playa negra

Otra particularidad geológica de este parque es la playa Teixidelo. Se trata de la única playa de arena negra no volcánica del planeta. Esta se encuentra junto a uno de los acantilados más altos de Europa, los de Vixía Herbeira. La playa y los acantilados están formados por peridotitas y prioxenitas, que son rocas propias del manto terrestre.

Esta playa se puede visitar haciendo la ruta de las Praias Negras. Sin embargo, no es un recorrido fácil, por lo que se recomienda hacerlo en verano y estar en buena forma antes de lanzarse a la aventura. El recorrido se hace con un guía especializado que te lleva a ver la falla de Teixidelo, una fractura en la corteza terrestre que tiene origen glaciar.