Reportaje El Debate
El cura gallego que convive con la fama: «Usted es el de la misa de la tele»
Manuel Blanco oficia los servicios que se emiten todos los domingos en la televisión pública
Hay dos sacerdotes famosos en Galicia. Uno es el personaje de ficción Horacio Casares, un joven párroco recién salido del seminario que acaba en un pequeño pueblo del rural y que fue interpretado por el actor Pedro Alonso en una serie emitida en la Televisión de Galicia (TVG). El otro es Manuel Blanco, que se dedica al oficio eclesiástico de verdad. Su popularidad le viene de que es el encargado de oficiar las misas que se emiten todos los domingos en el mismo canal autonómico, lo que le convierte en un rostro muy popular tanto en su tierra, en países de Hispanoamérica y en algunos de Europa como pueden ser Suiza e Inglaterra, donde existen numerosos emigrantes gallegos. Lleva con esta tarea desde 2013 y convive con esta fama de la mejor manera posible. De vez en cuando le paran por la calle: «Usted es el de la misma de la tele».
Tras un retiro espiritual de una semana, conversa con El Debate y explica cómo es este peculiar trabajo en la televisión. Confiesa que «al principio cuesta adaptarse» porque el formato tiene una limitación de 30 minutos, cuando un oficio normal dura entre «35 y 40 minutos», lo que le obliga a resumir y a centrarse en el tema que quiere abordar. Es su particular reto. «Me motiva a que yo prepare bien las cosas, a investigar para lograr que sea más ameno y más vivo», indica.
Este programa, que se puede ver a las 10 de la mañana el séptimo día de la semana, está destinado principalmente a gente que tiene dificultades para desplazarse a misa, tanto porque está enferma o por problemas de movilidad, y también a un público que vive en otros países, como son las personas que emigraron hace décadas y que quieren tener este contacto con su cultura. «Galicia es un universo extendido por el mundo», explica. Esto deriva en que haya un «retorno» y a que reciba cartas de Inglaterra, Suiza, Portugal y de Hispanoamérica, según asegura Blanco. Muchos son personas mayores que se comunican por carta en papel. Para este sacerdote es un «muy gratificante» este enlace que se crea con este fieles que vivan la experiencia religiosa de esta manera.
La misa, a la que acuden fieles en persona y se realiza en gallego, se realiza habitualmente en la iglesia de San Fructuoso, situada en el casco histórico de Santiago de Compostela. A lo largo del año se realizan cinco salidas por diferentes puntos de Galicia.
Manuel Blanco, a punto de cumplir 50 años, es originario del barrio de Los Castros, en La Coruña, y desde hace dos años se encarga de los oficios en la parroquia de Pastoriza, en Arteixo. Antes se había hecho esta labor en los municipios de Oroso y Ames. Sobre su actual destino, afirma que es un «lugar con tradición», ya que allí se celebra todos los otoños la Romería de San Miguel. También señala que, poco a poco, se intenta «recuperar alguna cuestión patrimonial restaurando elementos» de la iglesia.