La Ruta del Holandés: El Camino de la peregrinación en bicicleta
Es un tramo alternativo del Camino de Santiago Francés que recibe su nombre porque era la más transitada por peregrinos de los Países Bajos
El Camino de Santiago comprende una red de rutas históricas que convergen en la ciudad de Santiago de Compostela, donde se venera la tumba del apóstol.
Entre ellas, la Ruta del Holandés que es una travesía cicloturística, que recibe su nombre debido a su popularidad entre los peregrinos procedentes de los Países Bajos. Pero aunque inicialmente estaba asociada con los holandeses, con el tiempo ha atraído a una diversa gama de nacionalidades, como alemanes y austriacos, que también optan por este recorrido.
Desvío hacia Santiago
Este camino alternativo forma parte del Camino de Santiago Francés, y se desvía 2 kilómetros del tramo oficial, comenzando en Arzúa y dirigiéndose hacia Touro. A lo largo de 25 kilómetros, los ciclistas transitan por la carretera comarcal que conecta Burres con Ponte de Ulla.
El trayecto atraviesa la parroquia de Beseño en Touro y continúa por las tierras de Touro y Boqueixón antes de llegar a Santiago.
Durante este viaje, los peregrinos pueden disfrutar de la serenidad del itinerario y de su impresionante belleza paisajística, así como aprovechar para explorar el patrimonio del ayuntamiento de Touro.
La naturaleza exuberante, la etnografía local y la deliciosa gastronomía, junto con un fascinante patrimonio religioso que incluye iglesias, capillas y ermitas, son solo algunas de las razones por las cuales los viajeros son atraídos por esta ruta. El abundante patrimonio natural del ayuntamiento de Touro probablemente contribuye a la elección de este camino por parte de los peregrinos.
Peculiaridades de la ruta
La Ruta del Holandés se diferencia del resto por ser la menos transitada de todas rutas principales, lo que brinda a los peregrinos la oportunidad de disfrutar de un ambiente más tranquilo y solitario. Esto permite una conexión más profunda con la naturaleza y consigo mismo durante el camino.
Además, a lo largo de esta ruta, los peregrinos pueden disfrutar de paisajes variados y sorprendentes, que van desde bosques frondosos hasta pintorescos pueblos rurales. Los tramos menos urbanizados de la ruta ofrecen vistas panorámicas impresionantes y una sensación de estar inmerso en la naturaleza; una ventaja que pocas rutas ofrecen.
Esta ruta, al pasar por localidades menos turísticas, los peregrinos tienen la oportunidad de experimentar la auténtica cultura local de la región, interactuando con lugareños amables y descubriendo tradiciones y costumbres únicas a lo largo del camino.
En definitiva, la Ruta del Holandés ofrece una experiencia única y enriquecedora para los peregrinos que buscan alejarse del bullicio y sumergirse en la belleza natural y la autenticidad cultural del Camino de Santiago.