'Follado gallego': El plato de aprovechamiento con mil variantes y altamente nutritivo
Se trata de una receta tradicional antigua hecha con huevos, harina y tocino
Son muchas las recetas tradicionales que se están perdiendo con el paso del tiempo por varias razones. En primer lugar, el cambio de los hábitos alimenticios y la modernización de la cocina han llevado a la preferencia por platos más rápidos y fáciles de preparar.
La transmisión de generación en generación de estas recetas dependen de la enseñanza oral dentro de las familias, lo cual no siempre ocurre. Además, la introducción de platos de otras culturas ha diversificado el recetario desplazando a las recetas locales menos conocidas.
El ‘follado gallego’ debe su nombre a su aspecto de hoja, lámina o plancha; porque folla en gallego significa hoja. Se trata de una receta gallega antigua común en distintas zonas de la provincia de La Coruña, que no es muy conocida dentro de la región gallega.
Este plato tradicional tiene muchas variantes. Uno de sus ingredientes es la harina, por lo que hay quien utiliza harina de trigo, quien usa harina de maíz, muy típica en Galicia y quien emplea una mezcla de las dos.
Otra de las variantes de la receta está en la leche o caldo; pues acepta las dos y en cuanto al relleno, la receta original está hecha con tocino, aunque hay gente que utiliza otro tipo de rellenos, siempre a gusto del consumidor, que la hace más versátil. Y es que en ocasiones, el 'follado', se convierte en un plato de aprovechamiento, para no tener que tirar los restos de comida.
Sea como fuere, esta receta en sí, no es más que una especie de tortilla elaborada con una mezcla de huevos y harina a la que se añaden trozos de tocino para darle sabor.
Elaboración sencilla
El 'follado gallego' es una especie de tortilla o filloa pero la diferencia entre estas radica en que la elaboración es más sencilla y menos laboriosa que una filloa, porque solo hay que mezclar los ingredientes y esperar que se cuajen en la sartén, para darle la vuelta como la tortilla de patatas para cuajarla por el otro lado.
Los pasos a seguir son los siguientes: Primero se hace una masa similar a la de las filloas y, mientras reposa, se sofríen la cebolla y el tocino. Luego, se vierte la masa sobre el tocino en la sartén y se cocina a fuego medio hasta que se cuaje, formando una especie de gran tortita. El resultado final será una masa bastante compacta, contundente y sabrosa, que hay que disfrutar bien caliente.
Son muchas las recetas tradicionales que se están perdiendo con el paso del tiempo por varias razones. En primer lugar, el cambio de los hábitos alimenticios y la modernización de la cocina han llevado a la preferencia por platos más rápidos y fáciles de preparar. La transmisión de generación en generación de estas recetas dependen de la enseñanza oral dentro de las familias, lo cual no siempre ocurre.