Aerogeneradores en un parque eólico en Fuendejalón, provincia de Zaragoza

Aerogeneradores en un parque eólicoAFP

Jaque para el sector de la energía eólica en Galicia: ¿por qué la Justicia ya ha paralizado 59 parques?

Un tribunal ha suspendido los permisos de los proyectos a la espera de que Europa responda a una consulta sobre los trámites para su aprobación

El sector de la energía eólica en territorio gallego está «en estado catatónico». Estas son las palabras utilizadas recientemente por la Asociación Eólica de Galicia, que agrupa a empresas tan importantes como Acciona, Endesa, Cobra, Iberdrola, Naturgy o Vestas, para describir la situación de inseguridad jurídica que vive en la actualidad, con un total de 59 proyectos de parques paralizados cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad, que se ha convertido en protagonista con estas decisiones.

La entidad que representa a las compañías del sector asegura que «la legislación tiene que ser clara y sencilla» para evitar situaciones como la que se vive durante estos meses, «con medio centenar de proyectos aprobados rigurosamente por la Xunta» suspendidos por los jueces.

La Sala del alto tribunal gallego que adopta estas resoluciones defiende que permitir la ejecución de los proyectos ahora «podría ocasionar daños irreversibles a valores ambientales sensibles», ya que considera que lo idóneo es esperar a que se resuelva una cuestión prejudicial planteada al Tribunal de Justicia de la Unión Europea ). En ella se pide que determine si la Xunta debió poner a disposición del público interesado (no solo de los promotores) los informes sectoriales sobre parques eólicos para que pudiese, en su caso, formular alegaciones y participar en el proceso de toma de decisión sobre las autorizaciones de los proyectos antes de que fuesen aprobados.

El organismo judicial gallego considera que el contenido de esos informes sectoriales aporta información esencial y relevante a cualquier procedimiento «que pueda tener repercusiones importantes sobre el medio ambiente».

Los magistrados quieren evitar posibles daños mayores, como es el caso del parque eólico aprobado y después anulado de la empresa Fergo Galicia Vento S.L. Ahora reclama casi 46 millones de euros por los daños y perjuicios que entiende que le ha causado la nulidad judicial de la autorización que le concedió el Gobierno autonómico para ejecutar el proyecto del parque eólico Serra do Oribio, situado entre los municipios lucenses de Triacastela y Samos.

Prioridad, pero no acelerado

El problema es que la cuestión planteada en Europa no se tramitará como procedimiento acelerado, con lo que se deberá esperar todavía más tiempo. Los jueces del tribunal europeo explicaron en un auto reciente que, si bien la tramitación del procedimiento acelerado puede estar justificada «cuando exista un riesgo de que se produzcan consecuencias irremediables para el medio ambiente», en este caso entiende que «no se desprende que tal riesgo exista en el litigio principal», pues destaca que «no se infiere que los parques eólicos de que se trata se estén construyendo, a pesar de los recursos interpuestos».

«La naturaleza del presente asunto prejudicial no exige resolverlo en breve plazo», destacó el tribunal en el auto, dictado el 10 de septiembre. No obstante, indicó que, «habida cuenta del asunto y de la importancia de las cuestiones que plantea», le dará «prioridad sobre los demás»

«Estamos frenados»

Hace apenas medio mes, el tribunal informaba de que hasta esa fecha había emitido un total de 130 autos relativos a solicitudes de suspensión de autorizaciones administrativas previas y de construcción de 64 parques eólicos, de los cuales 59 han sido suspendidos. Los últimos proyectos en ser paralizados cautelarmente fueron los de Serra de Liñares, Serra da Piñeira, Paraño Oeste, San Cristovo, Neboada, Monteagudo y Suime.

La Asociación Eólica de Galicia denuncia que la comunidad sufre una reducción progresiva de instalación de nueva potencia y de generación en relación con otros territorios de España.

También advierte de que Galicia «ha perdido ocho fábricas de aerogeneradores en los últimos diez años, y ya solo quedan dos». «Esta es la realidad que tenemos, en caída libre. Tenemos un recurso renovable y autóctono que nos ofrece excelentes oportunidades de desarrollo industrial, empleo estable y rural, precios baratos para consumidores y competitivos para las empresas electrointensivas, independencia energética... Sin embargo, estamos frenados, cuando estar parados es dar marcha atrás en la coyuntura actual», según añade el sector”, afirma la agrupación de las empresas del sector.

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