Yolanda Díaz visita una playa de Galicia y aprovecha para hacer campaña fotografiándose con los pélets

Diez meses de la «catástrofe» de los pélets que la izquierda convirtió en una campaña electoral fallida

El resultado fue una mayoría absoluta para Alfonso Rueda, el descenso catastrófico del PSOE y la nulidad de Sumar en Galicia

Han pasado ya diez meses desde que el buque Toconao perdiese seis contenedores en el mar, lo que se tradujo en un vertido de millones de microplásticos, y su posterior llegada a las costas de Galicia primero, y a las del resto del norte de España días más tarde. Este suceso fue moldeado en los laboratorios informativos de la izquierda que lo consideraron el accidente perfecto para atacar a la Xunta de Galicia. Estábamos en enero y el que era, y es, presidente de Galicia, Alfonso Rueda, se enfrentaría unas semanas después a las urnas, entre las dudas de aquellos que no consideraban que fuese capaz de conseguir un resultado electoral como el que logró su predecesor, Alberto Núñez Feijóo.

Desde el perfil autonómico protagonizado por el PSDeG del candidato, José Ramón Gómez Besteiro, y la líder del partido nacionalista BNG, Ana Pontón, iniciaron un ataque incesante al ejecutivo gallego, obviando, eso sí, que las competencias marítimas pertenecían al Ministerio de Fomento. Eran tiempos preelectorales y la llegada de pélets les venía como anillo al dedo.

Ya desde Madrid, Moncloa se sumaba a la campaña y repetía mensajes dirigidos a culpabilizar al gobierno popular gallego con la esperanza de revitalizar el socialismo de la comunidad que no remontaba en las encuestas. Desde los medios afines al Gobierno central, se redactaron artículos sentimentales dirigidos a entremezclar lo ocurrido con los viejos recuerdos del Prestige. «26,2 toneladas de lágrimas», tituló El País en un texto en el que podían leerse frases como esta: «Los ‘pellets’ han resbalado hasta el lenguaje; la gente les llama lágrimas. 26.000 kilos de lágrimas son muchas lágrimas. Y además son lágrimas amargas, con un potencial tóxico en los adictivos químicos».

Mientras, la gente del mar, que supone un importante montante en Galicia, miraba recelosa al peligroso bombo que se le estaba dando a lo ocurrido. La gota que colmó el vaso fue la difusión de fotografías en las que se veía pescado con plástico en sus entrañas. La industria del mar, ya de por sí afectada por el bajo consumo de pescado, se echaba las manos a la cabeza. Sin importar sus consecuencias, las Juventudes Socialistas y La Sexta inundaron las redes sociales y la televisión con estas imágenes. Unas fotos que resultaron estar tomadas en Sri Lanka tres años antes.

Pero la oposición no se rendía y, con la ayuda de Moncloa, continuaron repitiendo el mismo mensaje durante semanas. Todo ello a pesar de que el accidente estuvo causado por un buque con bandera y jurisdicción de Liberia, cuyo contenido cayó, además, a 80 kilómetros de la costa de Viana do Castelo (Portugal).

Yolanda, ‘voluntaria’ en Galicia

Sumar quiso sumarse a la campaña con la llegada de la propia portavoz del partido, Yolanda Díaz, ataviada con un jersey y unos vaqueros y un oportuno posado recogiendo pellets en la playa. «Da igual que hablemos de la marea negra del Prestige que de la marea blanca de los pellets, la forma de proceder es la misma: mentir, mentir y mentir», acusaba mientras se dejaba fotografiar junto a la candidata de Sumar a la presidenta de la Xunta, Marta Lois.

Las redes se convirtieron en un hervidero de comentarios en los que afeaban la actitud de la vicepresidenta, a la que calificaron de «oportunista» y de usar lo ocurrido como parte de la campaña electoral de su partido.

Un documento contradijo al Gobierno

El Debate publicó un documento en el que se probaba que el Gobierno de Pedro Sánchez no avisó a la Xunta hasta un mes después de enterarse del vertido. «Mi nombre es A.Q. y le escribo en representación de los armadores del buque TOCONAO.(...) El 8 de diciembre el mencionado buque perdió 6 contenedores. Uno de ellos contenía pellets plásticos». Así se comunicó el abogado de la compañía responsable del buque que vertió microplásticos en aguas portuguesas con Salvamento Marítimo. Lo hizo el 20 de diciembre. No fue hasta el 3 de enero cuando el documento se reenvió al Gobierno de Galicia.

Unas semanas después, los gallegos pudieron pronunciarse al respecto. Lo hicieron en las urnas dando una mayoría absoluta a Rueda superior a la lograda por Feijóo. El PSOE de Besteiro sufrió las consecuencias y consiguió su peor resultado bajando 5 escaños en el Parlamento de Galicia. Lo peor se lo llevó Sumar que, a pesar de la aparición de Yolanda Díaz como ‘voluntaria’ en los arenales gallegos, no logró representación en la cámara autonómica.

Diez meses después, lo que algunos intentaron convertir en una reedición del Prestige, apenas ocupa un hueco en el anecdotario gallego.