La afectada por una okupación en Mos: «Ojalá tener a Sánchez delante y me dijese que esto es cosa de fachas»

La pasada semana, una mujer decidió entrar en su casa que está okupada por una familia. Lo hizo desesperada y tras intentar recuperar su casa por otras vías. La situación sigue igual. Los medios de comunicación continúan desfilando por su casar relatando su historia, pero nada cambia.

En conversación telefónica con El Debate, Pilar suena exhausta. No le queda apenas voz y sospecha que las condiciones de insalubridad en las que se encuentra la casa okupada le están provocando alergias graves. De momento, sigue viviendo en el coche frente a su vivienda.

La afectada reclama más protesta ciudadana. «Si salimos a la calle a celebrar un gol por qué no salimos por estas cosas», razona asegurando que es necesario que la gente muestre que estas cosas sí pasan. A Pilar le gustaría, incluso, ir al Congreso de los Diputados y contar su historia: «Ojalá tener a Sánchez delante y que me dijeses que esto es cosa de fachas», menciona haciendo alusión al continuo menosprecio de la izquierda sobre el problema de la okupación.

Su historia

Todo comenzó en septiembre del año 2023, cuando el hijo de la afectada habló con sus padres y les contó la situación por la que estaba pasando un chico de su centro de estudios. Su familia se había quedado sin casa, según le había contado su compañero, y Pilar decidió dejarles la suya para que pernoctaran unos días.

Un mes después, según apunta la denuncia a la que ha tenido acceso El Debate, se les requirió que abandonasen la casa. «Los denunciados comenzaron a excusarse para no abandonar la vivienda», se puede leer en el documento de denuncia.

Al mes siguiente, los okupas aseguraron que se marcharían después de Navidad, pero no fue así. «Desde enero de 2024 y hasta el día de presentación de esta denuncia han sido infinitos los intentos amistosos para tratar que los denunciados abandonasen la vivienda», apuntan.

¿Cuánto se tarda en echar a un okupa?

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicó en julio las cifras sobre la media de meses que se tarda en desalojar a un okupa de una propiedad en cada comunidad autónoma. Estos plazos son distintos en cada una de ellas. En Galicia, se sitúa en una media de 17,9 meses. Por ello, la región se coloca dentro de las comunidades con un plazo menor para ello. En el otro extremo está Andalucía, que alcanza los 24,9 meses. La media española se sitúa en 23,2.

El problema es que el CGPJ no registra como okupaciones las inquiokupaciones, uno de los problemas más crecientes en cuanto a viviendas. Por lo tanto, estos casos que son mucho más complicados, pueden tardar años y los afectados terminan acudiendo a otras vías que no son las judiciales.