Espectacular pazo conocido por su jardín de camelias

Espectacular pazo conocido por su jardín de cameliasTurismo Rías Bajas

Esta es la flor que viajó de Japón a Galicia para convertirse en un símbolo de identidad y reclamo turístico

Los primeros ejemplares se cultivaron en los jardines de pazos como Lourizán o Rubianes

Galicia se caracteriza por su rica biodiversidad. Sus paisajes verdes, influenciados por el clima atlántico, han acogido a diversas especies que, aunque no son autóctonas, han encontrado en la región un entorno propicio para su desarrollo. Entre ellas, sobresale una especie que ha echado raíces tan firmes que hoy en día es considerada un símbolo de la identidad gallega.

En los jardines históricos y pazos de la región, una flor de origen japonés cuenta una historia que trasciende continentes.

Esta especie, llegada desde Japón, ha logrado adaptarse al entorno gallego y se ha convertido en un emblema que refleja la conexión entre ambas culturas.

Un viaje sin retorno

Originaria de Asia oriental, la camelia llegó a Europa en el siglo XVIII. Fueron navegantes y comerciantes quienes transportaron semillas y esquejes desde China y Japón, buscando embellecer los jardines aristocráticos con esta flor exótica.

En Galicia, encontró un entorno perfecto: un clima húmedo, suelos fértiles y temperaturas suaves que favorecieron su crecimiento y expansión.

Los primeros ejemplares se cultivaron en los jardines de pazos como Lourizán (Pontevedra) o Rubianes (Villagarcía), donde la camelia dejó de ser un simple adorno exótico para convertirse en parte esencial del paisaje. Hoy, con más de 8.000 variedades registradas, Galicia se ha convertido en un referente internacional en su cultivo.

El vínculo entre Galicia y Japón se ha fortalecido con el tiempo, y la camelia ha sido el puente entre ambas tierras.

Un atractivo cultural y turístico

La camelia ha adquirido un gran valor cultural y turístico, convirtiéndose en una de las principales atracciones de la región.

Su floración atrae a turistas que visitan Galicia específicamente para disfrutar de la belleza de sus jardines.

Además, la celebración de festivales como la Fiesta de la Camelia en Pontevedra, que se celebra cada año, pone de relieve la importancia de esta flor como patrimonio cultural gallego.

Además, también existe la Ruta de la Camelia que permite descubrir algunos de los jardines más espectaculares, con pazos como el de Rubianes, que cuenta con más de 800 variedades, o el Castillo de Sotomayor, cuyos ejemplares llevan nombres de mujeres ilustres como Rosalía de Castro o María Casares.

Con el tiempo, el cultivo y la conservación de la camelia en Galicia no solo se ha centrado en su valor ornamental, sino también en su preservación y mejora genética. Los viveros y jardines gallegos se han convertido en puntos de referencia para la investigación y el desarrollo de nuevas variedades, lo que refuerza aún más la relación entre Galicia y Japón.

Esta flor ha trascendido el simple hecho de ser una especie ornamental, convirtiéndose en un elemento cultural, histórico y turístico que sigue floreciendo en Galicia.