El centro de Santiago de Compostela
Luz, afectada por la regulación de pisos turísticos en Santiago: «No van a decirme qué hacer con mi propiedad»
El Ayuntamiento, gobernado por el BNG, ha cambiado la regulación que existía. El resultado no ha convencido a la mayoría de propietarios que no saben qué hacer con sus casas
Luz es propietaria de un piso en Santiago de Compostela. Lo es desde hace muchos años y lo compró «con mucho esfuerzo» y sin que nadie le «regalase nada». Después de varios alquileres de larga duración que le trajeron «muy malas experiencias», Luz decidió ofrecerlo como alquiler turístico. Ahora, la decisión del Ayuntamiento de Santiago de no otorgar las licencias oportunas a los dueños de pisos que operaban en la capital gallega le ha llevado a cerrar el inmueble. «Con lo mío no van a decirme lo que tengo que hacer», asegura en una conversación con El Debate.
Son casi 600 familias las que se han visto afectadas por esta nueva regularización impuesta por el consistorio. Dicen sentirse «engañados» ya que, en campaña electoral, se les prometió que se buscaría el encaje para que pudiesen seguir operando de forma legal. Sin embargo, el Concello les ha informado de que para alquilar deben cumplir varios requisitos que antes no eran necesarios. El más importante es que únicamente pueden alquilar sus propiedades como pisos turísticos durante 60 días. Además, tienen que demostrar que se harán contratos de «residencia habitual» con un mínimo de 183 días al año. Esto, según el Ayuntamiento, favorece que los jóvenes estudiantes puedan tener acceso a pisos cercanos a la Universidad de Santiago de Compostela. Sin embargo, muchos de los dueños de inmuebles no están dispuestos a cumplir esta norma y prefieren, como Luz, cerrar sus pisos.
La normativa implica adaptar los pisos para distintos usos y, según defienden los afectados, un aumento del gasto. Según la asociación Aviturga, que representa a los propietarios de vivienda turística en Galicia, «Goretti ha faltado a todos los compromisos preelectorales con los propietarios» y ha impedido encontrar una «solución» a las familias.
El caso de Luz es uno de ellos. La gallega defiende que las personas a las que alquilaba su piso eran personas tranquilas y nunca tuvo quejas de los vecinos. «Las casas de alquiler vacacional han existido siempre y son la alternativa, por ejemplo, para familias con hijos que ahora tendrán que optar por hoteles que son más caros», apunta.
Su decisión de cerrar el piso es compartida por muchos de los afectados. Por lo tanto la decisión del Ayuntamiento provocará que algunos de los que no operaban como piso turístico lo hagan durante los meses de verano y, otros como Luz, optarán por no dar un uso de alquiler a los inmuebles.
La desprotección legal
Otro de los aspectos que critica Luz es la falta de protección jurídica con los alquileres. Sus experiencias como arrendadora de larga duración fueron nefastas. Sus inquilinos dejaron de pagar y, además, según relata abandonaron la casa con importantes desperfectos.
Esto la llevó a probar otro tipo de alquiler, el vacacional, con el que asegura haber estado satisfecha y no haber tenido grandes problemas. «Si a mí me pagan los arreglos y todo lo que hay que hacer cada vez que alguien de larga duración abandona mi casa, lo alquilo», se queja asegurando que los propietarios cuentan con poca seguridad a la hora de alquilar.
