La Coruña sigue sin reponer contenedores que ardieron en la huelga de basura hace casi cuatro meses
Los barrios de Os Mallos y Monte Alto cuentan con puntos para depositar los residuos que el Ayuntamiento todavía no ha reparado
La Coruña vivió el pasado verano una huelga en el servicio de recogida de basura que duró 46 días y que dejó la imagen de la ciudad muy tocada en plenas fiestas patronales. Durante esas semanas se vivieron auténticas noches de terror, con continuos actos vandálicos que causaron daños en contenedores, coches y edificios. Casi cuatro meses después de que los trabajadores anunciasen la desconvocatoria del paro, los destrozos en algunos colectores siguen ser reparados.
En los barrios de Os Mallos y Monte Alto todavía se pueden encontrar puntos con contenedores que ardieron durante la huelga y que en la actualidad siguen igual. En el caso del cruce de la calle Santo Tomás y vereda del Polvorín se da esta situación, con un colector de papel soterrado cuyos restos continúan igual y la basura se acumula en su interior. Una valla protege el hueco para evitar posibles caídas. Al lado también había un punto para tirar el vidrio. En este caso, el hueco está tapado con una plancha metálica y el Ayuntamiento ha colocado un colector provisional.
En la calle San Rosendo de Os Mallos ocurre una situación similar. Los restos de un contenedor quemado estuvieron sin retirarse hasta hace pocos días. El Gobierno local, que preside la socialista Inés Rey, ha optado por colocar una plancha metálica encima del hueco. Pero en este caso, no se ha instalado un colector en su lugar.
Los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio de recogida de basura en La Coruña, Prezero, acordaron a principios de agosto la desconvocatoria de la huelga. El conflicto, que duró 46 días, dejó las calles llenas de residuos. Además, se vivieron múltiples noches con actos de vandalismo en contenedores que causaron importantes daños a coches como a edificios.
El paro obligó al Gobierno local a declarar la emergencia sanitaria con la contratación de una empresa, Valoriza, para retirar en dos turnos por el día, y hasta las once de la noche, la basura existente. También implicó sanciones y despidos por parte de Prezero.