Este icono de La Coruña languidece en espera del plan de la alcaldesa, que sigue sin avances
La regidora anunció hace cinco meses que se repararía el museo de la Domus, cuya fachada está cubierta por una red desde hace dos años
Uno de los edificios más emblemáticos de La Coruña es la Domus, un museo ubicado en el paseo marítimo que presume de haber sido el «primer» espacio «interactivo del mundo dedicado íntegramente al ser humano». La alcaldesa de la ciudad, Inés Rey (PSOE), presumía en 2020 que «es parte de lo que nos define como ciudad». Cuatro años después, este recinto no atraviesa su mejor momento debido al paso del tiempo y a la falta de mantenimiento, lo que ha derivado en que su fachada esté recubierta por una inmensa red para evitar desprendimientos de la pizarra que la recubre desde hace casi dos años.
La regidora, que está al frente del Ayuntamiento desde 2019, anunció a mediados de marzo de este año que se «acometerá un plan de reforma» de los edificios municipales «a nivel general» para lo que se recurrirá a «una partida que está consignada en los presupuestos de este año que se irá ejecutando poco a poco», entre los que incluye este museo. Cinco meses después, nada se sabe de esta actuación.
La red que cubre la fachada sigue presidiendo el inmueble, y, de hecho, es lo primero que pueden ver los visitantes que se acercan hasta este lugar. Desde el otoño de 2022, este equipamiento municipal, que cuenta con más de 150 módulos expositivos, está cubierto por este elemento para evitar desprendimientos de la pizarra que la recubre. El Ayuntamiento coruñés alega que es una medida de seguridad para evitar caídas de la estructura a la vía pública.
El óxido también hace acto de presencia en varios puntos de la estructura metálica de la parte trasera del edificio y la cristalera de la parte baja ya ha sido víctima de los vándalos, que han realizado pintadas.
La alcaldesa admitió en marzo que «es cierto que la falta de mantenimiento durante muchos años de los edificios de titularidad municipal ha hecho que nos encontremos en una situación en la que algunos necesitan actuaciones urgentes que se irán, priorizando y adjudicando en función de las necesidades que vaya observando».
Un museo con forma de vela
Este museo fue inaugurado en 1995 por el alcalde socialista Francisco Vázquez y por el arquitecto encargado del diseño del emblemático edificio, el japonés Arata Isozaki, fallecido hace dos años y que participó en importantes proyectos en países como Estados Unidos, Francia, España, Alemania, Egipto, Italia y en su tierra natal, Japón.
A punto de llegar a su 30 aniversario, el inmueble, que se alza sobre una antigua cantera como una vela inflada por el viento, languidece a la espera de una solución por parte del Ayuntamiento.