El marisco gallego que pasa desapercibido en España y triunfa en Italia
Es muy versátil a la hora de cocinarlo, pero una de las mejores formas de degustarlo es consumiéndolo al natural, acompañado de unas gotas de limón
En Galicia, el marisqueo es parte esencial de la economía y la cultura local, una tradición que abarca una gran variedad de bivalvos, como la almeja, el berberecho, la vieira o la zamburiña.
Sin embargo, una especie que tradicionalmente pasa desapercibida entre los consumidores gallegos, aunque cada vez menos, ha encontrado un nicho de mercado inesperado.
Esta especie es consumida y apreciada en restaurantes de Italia, donde los chefs lo sirven en crudo, al vapor o cocinado en platos de pasta. Su cotización ha crecido tanto en los últimos tiempos que ha logrado posicionarse como uno de los productos más valorados en este mercado a pesar de su baja popularidad en tierras gallegas.
Versatilidad en la cocina
Se trata del carneiro cuyo nombre científico es Venus verrucosa, se parece al berberecho en apariencia, pero se diferencia por su tamaño que es mayor y sus valvas que son más gruesas, casi circulares y surcadas por líneas muy marcadas.
Su color pardo y su hábitat en fondos arenosos de las rías gallegas lo hacen único. Aunque en Galicia no es especialmente demandado, en Italia es un manjar.
El carneiro es muy versátil a la hora de cocinarlo, pero para disfrutar plenamente de su sabor, una de las mejores formas de degustarlo es consumiéndolo al natural, acompañado de unas gotas de limón.
Otra opción es cocinarlo al vapor o a la plancha. Además de estas preparaciones básicas, se puede incorporar en recetas más elaboradas como pastas, ensaladas de mariscos, sopas o incluso guisos.
Un manjar en la cocina italiana
Este interés italiano por el carneiro ha surgido en un contexto difícil para el marisqueo gallego, ya que la producción de otras especies más valoradas como la almeja fina y el berberecho, ha experimentado una caída. Esto ha impulsado la búsqueda de diferentes alternativas y ha proporcionado el aumento del valor de especies menos cotizadas como es el caso del carneiro.
Esta situación ha dado lugar a un cambio en las dinámicas del mercado, donde el carneiro, que históricamente era considerado un producto de baja categoría en Galicia, ha ganado un estatus de lujo, de momento, en el extranjero.
En Italia, el carneiro se ha convertido en un elemento esencial en los menús de restaurantes y trattorias, con una demanda tan alta que casi la totalidad de las capturas gallegas se destinan a este mercado.
Este auge ha sido impulsado por la tradición culinaria italiana de consumir bivalvos crudos o cocidos, que encuentra en el carneiro una alternativa atractiva a otros moluscos, especialmente por su textura y sabor.
Y es que, desde el punto de vista nutricional, el carneiro es una fuente excepcional de minerales esenciales. Es especialmente rico en hierro, calcio, fósforo, zinc y potasio, lo que lo convierte en un alimento altamente nutritivo y beneficioso para la salud.