Esta es la famosa tapa de Santiago que parece una cosa que no es
Cada bar o restaurante tiene su propia especialidad, convirtiendo a las tapas en un reflejo de la personalidad de los establecimientos
En Santiago de Compostela, las tapas son una parte esencial de la experiencia gastronómica tanto para los locales como para los visitantes.
Estos pequeños bocados, que se ofrecen de manera gratuita con las consumiciones, no solo complementan las bebidas, sino que también forman parte de la identidad culinaria de cada uno de los establecimientos en particular, y de la ciudad en general.
Cada bar o restaurante tiene su propia especialidad, convirtiendo a las tapas en un reflejo de la personalidad de los establecimientos. Muchas de estas creaciones se han vuelto icónicas, ya que cada local se distingue por ofrecer sabores únicos y tradicionales que invitan a los comensales a volver una y otra vez.
La famosa Rúa do Franco, un ícono del tapeo en la ciudad y frecuentemente destacada en revistas como Condé Nast Traveler, alberga innumerables locales donde las tapas se disfrutan como parte de la cultura diaria. Sin embargo, uno de estos establecimientos ofrece una experiencia tan peculiar que, al escuchar su nombre, los comensales suelen detenerse en seco, aunque pocos los que se resisten a probarlo.
Un bocado para valientes
Se trata de un bocado único; la Tapa de cocodrilo, que se sirve en el número 30 de la emblemática Rúa do Franco, y más en concreto en el gastrobar Vilar 64.
A primera vista, la idea de degustar carne de cocodrilo en pleno Santiago parece tan exótica como inesperada. La primera opción es el rechazo, pero una vez que la pruebas no se duda en repetir y es que esta famosa tapa de cocodrilo no contiene en realidad carne de este reptil.
Lo que los visitantes encuentran al pedirla es un suculento trozo de lomo, perfectamente cocinado y acompañado de patatas caseras, que se asemeja en textura a lo que podría ser la carne de cocodrilo.
El nombre, más que un indicativo de los ingredientes, es un guiño al comensal, una invitación a jugar con la curiosidad y a desafiar expectativas.
El Vilar 64 no solo destaca por esta tapa. Otro de sus grandes éxitos son las perlas bravas, una reinvención de las clásicas patatas bravas que les valió el Premio a la Estética en el Concurso Internacional de Patatas Bravas en 2021. Estas perlas, más refinadas y elegantes que las versiones tradicionales, combinan la suavidad de la patata con una salsa de toque picante, creando una experiencia visual y gustativa que ya ha seducido a muchos.
Tanto la tapa de cocodrilo como las perlas bravas se convirtieron en todo un referente de la gastronomía compostelana, en cuanto a tapas nos referimos, y es que son muchos los pequeños bocados de los diferentes establecimientos compostelanos, los que se convirtieron en emblemas de una ciudad en la que la tradición de 'ir de tapas' sigue auge. Por lo que, si buscas una experiencia culinaria diferente, esta es la ciudad en donde te sorprenderás en cada bocado.