El drama de un propietario de Lugo al que okuparon su piso: «Le buscamos y pagamos otro pero no quería irse»
Después de 8 meses finalmente la okupa abandonó la casa tras semanas de negociación y con la intervención de la policía
El dueño del piso que llevaba ocho meses okupado en Lugo, pudo volver a entrar en su vivienda, tras varias semanas de negociaciones y con la intervención de la policía.
La pelea de Lucas, propietario de la vivienda, por recuperar su casa comenzó cuando su inquilina dejó de pagar el alquiler, allá por el mes de enero.
«Ella cobraba una ayuda por desempleo, y con eso me pagaba, pero cuando adquirió un bar para trabajar en él, dejó de percibir esos ingresos y a mi dejó de pagarme», cuenta este vecino de Lugo en Antena 3 Televisión.
A él le debe 4.000 euros y al propietario del local hostelero que regenta otros 3.000. «Es una ocupación doble la que ha hecho durante este tiempo», explica Lucas.
Le pagábamos el alquiler de un mes
El propietario del piso llevaba tiempo tratando de negociar con su inquilina. Al no observar ningún avance, se puso en contacto con la empresa Mi Casa no es la Tuya, que lo asesoró en la gestión del asunto.
Incluso el dueño llegó a ofrecerle a la inquilina un nuevo piso al que se pudiera mudar y si accedía, le perdonaría la deuda. «Nos ha costado muchísimo. Llegamos a encontrarle otro piso, le pagábamos el alquiler de un mes para que se fuese pero dijo que no quería, porque le quedaba lejos de su bar. Es más, Lucas le dijo que se olvidaba de la deuda. Ha sido costoso», explica Francisco, gerente de esta empresa que ha actuado de intermediaria.
Después de 8 meses, Lucas recuperó su piso. Eso sí, tras varias semanas de negociaciones y con la intervención de la policía.
«La mujer ha decidido devolver las llaves al propietario, pero no nos vale de nada porque echó pegamento en la cerradura. Además, necesitamos que firme un documento en el que acredite que deja el inmueble de forma voluntario», afirmaba Francisco quien fue quien se encargó del papeleo.
Tras varias horas y una llamada a un cerrajero el propietario pudo acceder a su piso. Sin embargo, para su descontento, el propietario se encontró con el piso bastante deteriorado y en el que faltaban muchos enseres entre ellos, camas y armarios.
Lucas se mostró aliviado después de haber recuperado su propiedad a pesar del dinero perdido. La mujer sigue debiendo 7.000 € y okupando el bar que regenta que es, además, un local conocido por la policía a causa de las peleas que se suelen originar a sus puertas.