La obra de nunca acabar: siete años para reformar una plaza de abastos en Orense

Hay un edificio histórico en Orense que vive envuelto en la polémica desde hace mucho tiempo. Se trata de la Plaza de Abastos número 1, ubicada en las proximidades de la famosa fuente de As Burgas.

El inmueble mantiene enfrentado al Ayuntamiento orensano y a la Xunta de Galicia desde hace años y ha generado incertidumbre entre comerciantes y los clientes.

En 2018, el Gobierno local inició los trámites administrativos para remodelar este recinto y las obras arrancaron oficialmente a finales de 2019, cuando se formalizó el contrato con la firma constructora.

Los placeros fueron trasladados a un espacio provisional situado en el parque de la Alameda. El problema es que siete años después todavía no ha regresado la normalidad al inmueble original.

La duración prevista inicialmente para esta actuación era de 18 meses, es decir, debería haber estado finalizada en 2021. No ocurrió así. El Ejecutivo que preside Pérez Jácome aprobó una modificación y una ampliación del contrato de obra en 2024.

Orden de traslado

El alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana), anunció este pasado martes que el Ayuntamiento procederá de inmediato a trasladar a los comerciantes desde la ubicación provisional al edificio ya reformado, poniendo fin a años de negociaciones y retrasos.

Jácome indicó que el Consistorio notificará a la empresa concesionaria que debe iniciar el proceso de traslado en los próximos días y dispondrá de varios meses para completar la mudanza y liberar las instalaciones provisionales en el Parque de la Alameda.

El Gobierno municipal sostiene que la concesionaria ha dilatado el proceso porque las condiciones en la ubicación provisional de la Alameda le resultan más favorables porque no pagan alquiler, la concesión está congelada y las ventas han aumentado debido a la mayor visibilidad del mercado en esta ubicación céntrica.

Críticas de la Xunta

Tras el anuncio municipal, la Xunta de Galicia se mostró crítica con la postura del alcalde y lo acusa de «priorizar enfrentamientos personales sobre los intereses colectivos». La Administración autonómica lamenta la ruptura «unilateral» de las negociaciones por parte del Gobierno municipal y subraya que ha intentado mediar en el conflicto con propuestas concretas.

Según la Xunta, su oferta incluía una aportación adicional para las obras de adecuación del mercado, con la condición de que el Ayuntamiento y los comerciantes cofinanciaran el proyecto.

Hace unos días, el Ayuntamiento rompió las negociaciones alegando que las demandas de los comerciantes eran «inasumibles» y que la Xunta solo buscaba dilatar el proceso. La Administración autonómica, por su parte, insistió en la necesidad de completar las obras para garantizar la funcionalidad y accesibilidad del edificio antes de proceder al traslado.