Esta es la isla de Galicia a la que podrás llegar caminando
Durante los periodos de bajamar más intensos del verano queda al descubierto un sendero de arena que une la playa con la isla de El Santo
Esta semana en Galicia, el fenómeno de la pleamar ha inundado los arenales, dejando a los bañistas sin espacio para las toallas. Sin embargo, cuando llega la bajamar, aparecen oportunidades únicas e inesperadas para explorar lugares que normalmente no se pueden recorrer a pie.
Este es el caso de la Isla de San Clemente o la Isla de El Santo, a la que se puede acceder caminando cuando se produce una de la mareas más bajas del año en la ría de Pontevedra. Solamente de esta manera la isla se conecta temporalmente con la playa, con la que comparte nombre, mediante un istmo arenoso. Un acontecimiento que se produce en contadas ocasiones a lo largo del año.
Una isla con mucho ‘encanto’
En la parroquia de Ardán, en Marín, en la provincia de Pontevedra se encuentra una verdadera joya paisajística, la Isla de San Clemente, también conocida localmente como Santo del Mar debido a su proximidad a la playa con la que comparte el mismo nombre. Un rincón casi inaccesible donde el mar marca las reglas. Este pequeño islote, situado en la ría de Pontevedra, solo es accesible a pie durante la bajamar.
Históricamente, la zona donde se encuentra el islote era conocida como Punta Casás, sin embargo, con el tiempo y el impacto de la erosión, esta área ha evolucionado hasta convertirse en una isla separada.
A pesar de su tamaño reducido, cuenta con una extensión de solo 1,4 hectáreas y una altura máxima de 14 metros, San Clemente alberga una notable riqueza patrimonial: Los vestigios de un Castro de la Edad de Hierro y una modesta construcción del siglo XVIII que sustituyó a una ermita anterior erigida en 1248 en honor a San Clemente.
La superficie del islote está cubierta en su mayor parte por una vegetación agreste, con una pequeña zona verde y varios árboles en un paisaje rocoso.
A pesar de su atractivo histórico y natural, San Clemente sigue siendo una propiedad privada. Aunque hubo intentos por parte de la Administración Pública de adquirir el islote para fines de conservación y acceso público, estos esfuerzos no han dado frutos hasta la fecha.
Reconquista de Sevilla
El islote de San Clemente, más allá de su conexión con el mar, está imbuido de una rica historia y leyendas que reflejan su importancia en la región. Una de las narrativas más destacadas lo vincula con la Reconquista de Sevilla, celebrada el 23 de noviembre de 1248, el día de San Clemente.
Según la tradición, durante la Reconquista, la flota vencedora que jugó un papel crucial en la toma de Sevilla estaba compuesta en gran parte por barcos provenientes de Pontevedra, uno de los principales puertos del norte peninsular en aquella época.
Tras la victoria y en su regreso a Galicia, los barcos hicieron una escala en la ría de Pontevedra. En ese momento, decidieron realizar una parada en el islote de San Clemente, donde se dice que levantaron una capilla en honor al santo, en agradecimiento y para conmemorar el éxito en la batalla.
Aunque la ermita original, construida en piedra, ha caído en ruinas con el paso del tiempo, aún permanecen visibles algunas de sus estructuras. Se conservan las paredes de piedra, el hueco donde se colocaba la imagen de San Clemente y un pavimento embaldosado que da testimonio del antiguo esplendor del lugar.
Esta capilla no solo servía como un lugar de devoción, sino que también se convirtió en un símbolo perdurable de la historia medieval de la región.