Un nuevo 'Fast and Furious' gallego: carrera ilegal con un coche fúnebre incluido
Nueve conductores enfrentan denuncias administrativas y cinco fueron investigados por un supuesto delito de conducción temeraria
La Policía Local de Porriño (Pontevedra) desactivó, la pasada noche del sábado, una «masiva» concentración de vehículos y personas en el polígono industrial de la localidad pontevedresa.
Una actuación que se llevó a cabo dentro de la Operación Caba en la que se dispuso un amplio dispositivo policial que incluyó el uso de drones y otros medios técnicos para documentar las infracciones.
Según informó el Ayuntamiento, a través de un comunicado, la cita fue convocada mediante las redes sociales y hubo exhibiciones de conducción y carreras ilegales, lo que generó «un grave riesgo para la seguridad pública».
Desde hace varias semanas, las autoridades detectaron un aumento en la concentración de turismos y asistentes en el polígono los sábados por la noche.
Inicialmente, según se relata, estas reuniones eran «simples quedadas», pero con el tiempo evolucionaron hacia «carreras ilegales y maniobras peligrosas», como trompos y arranques que comprometían la seguridad de «casi un millar de personas presentes».
Entre los vehículos involucrados en estas carreras ilegales se encontraron desde automóviles con más de 20 años de antigüedad hasta vehículos modernos, incluso con la participación de un vehículo fúnebre.
Conductores investigados
Delito contra la seguridad viaria
En la noche del sábado, la policía cerró sorpresivamente todos los accesos al polígono, obligando a los vehículos a salir por uno único paso habilitado, donde se realizaron inspecciones exhaustivas.
Como resultado de la operación, cinco conductores fueron investigados por la presunta comisión de un delito contra la seguridad viaria por conducción temeraria.
Además, nueve conductores enfrentan denuncias administrativas, con sanciones de 500 euros y la pérdida de 6 puntos de su licencia.
Los investigados fueron citados ante el juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 1 de Porriño, donde cuatro de ellos aceptaron la pena de prisión y la retirada del permiso de conducción solicitada por el Ministerio Fiscal, quedando una pendiente de comparecer con su abogado designado.