Estas son las carreteras más peligrosas de Galicia

Un reciente informe de la Dirección General de Tráfico (DGT) señala que el 90 % de los accidentes en España ocurren en condiciones óptimas de conducción, es decir, con el asfalto seco, en días despejados y con tráfico fluido.

Datos todos estos que refuerzan la hipótesis de que la mayoría de los siniestros están relacionados con despistes, falta de atención al volante y errores humanos.

Además también se deriva de este informe que, aunque dos de cada tres accidentes ocurren en zonas urbanas, los siniestros en vías interurbanas suelen ser mucho más graves debido a las velocidades más altas y las condiciones de conducción.

En Galicia, la suma de tráfico denso, carreteras antiguas y una orografía complicada, presenta puntos negros particularmente preocupantes.

Las vías más peligrosas de Galicia

Son muchos los puntos negros que pintan la red vial de Galicia. Aunque desde hace años, diversos informes apuntan que el tramo de 8,2 kilómetros comprendido entre los cruces con la N-640 y la N-634, que conecta Ribadeo desde A Vilavella hasta Porto, como el más peligroso de Galicia, el último informe de la DGT sitúa a la provincia de Pontevedra como el epicentro de la siniestralidad en Galicia con la autovía A-55 y la carretera nacional N-550 encabezando la lista de las vías más peligrosas de la comunidad.

Durante el año 2023, la A-55, que conecta Tui con Vigo, acumuló 82 accidentes, mientras que la N-550, a su paso por esta provincia, registró 80 siniestros. Ambas carreteras, destacan no solo por su intensidad de tráfico sino también por la falta de medidas estructurales que garanticen la seguridad de los conductores.

La autovía A-55, es una de las más transitadas de la comunidad autónoma y es la que concentra hasta diez áreas consideradas de alta siniestralidad, la mayoría ubicadas entre Porriño y Vigo.

Su trazado con curvas cerradas y limitaciones de velocidad que no se ajustan a las necesidades actuales del tráfico agrava el riesgo de accidentes. Mientras que en la N-550, la saturación y el mal estado de la vía contribuyen a su peligrosidad.

Además de la A-55 y la N-550, otras carreteras de Pontevedra también registraron cifras alarmantes en 2023, como la PO-552, con 59 accidentes, y la AP-9, con 52.

Cómo reducir la siniestralidad

La DGT recuerda que, para reducir el riesgo de accidentes, es fundamental que los conductores mantengan la atención en la carretera, respeten los límites de velocidad y eviten distracciones.

Pero también existen otros factores que influyen en la peligrosidad de una carretera. El diseño y trazado de las vías, como las curvas cerradas, los cambios de rasante y la falta de visibilidad, son determinantes.

También el estado de las carreteras es fundamental ya que la existencia de baches, grietas y una mala adherencia pueden aumentar el riesgo de accidentes.

La señalización en mal estado o poco visible y la intensidad del tráfico son otros elementos clave, ya que un mayor número de vehículos incrementa las probabilidades de colisiones.

Conocer las carreteras más peligrosas de nuestra zona y extremar la precaución al circular por ellas, junto con la aplicación de estas recomendaciones, puede ser clave para reducir el riesgo de accidentes y garantizar una conducción más segura para todos.