Carlos González

Carlos GonzálezIrene Lucena

Córdoba Club de Fútbol

«El estadio no hay que terminarlo, hay que tirarlo y hacer uno nuevo»

El expresidente del Córdoba, Carlos González, se muestra seguro de que ganará los procesos judiciales que tiene en marcha

El Córdoba Club de Fútbol SAD, que posee el expresidente del Córdoba Carlos González, recibirá alrededor de 600.000 euros de Unión Futbolística Cordobesa (que controla la unidad productiva del club y los equipos), correspondientes a las deudas tributarias que en su día abonó LaLiga en nombre de la entidad blanquiverde.

Así lo ha dictado, en segunda instancia, la Audiencia Provincial y, en declaraciones concedidas a La Voz, González se ha mostrado satisfecho por la decisión judicial y se ha mostrado convencido de que vendrán más sentencias favorables a sus reclamaciones en los tribunales.

En ese sentido, el expresidente ha subrayado que «estamos convencidos de que tenemos razón en todo lo que hemos hecho». Y, respecto al contencioso por la apertura del segundo concurso de la SAD que propició la separación de la unidad productiva del club que controla UFC y que está en el Tribunal Supremo, González ha desvelado que «pensamos que vamos a ganar en el Supremo. Luego, que lo recuperemos (el club), que yo sea presidente o que no, ya será otra cuestión», pero «que vamos a ganar en el Supremo no tengo ninguna duda». A lo que ha agregado que «lo que se hizo no se pudo hacer».

Al hilo de ello ha aseverado que «la ley es muy clara en eso, no se pueden tener dos concursos abiertos a la vez». Ante lo que González ha señalado que «las resoluciones de (los jueces) Caballero y Bujalance también lo dicen, pero lo han hecho».

Dejaron los gastos

En consecuencia, el aun propietario de la SAD ha precisado que «el Supremo tiene que corregir eso, que no se puede hacer, y decir que no se puede hacer. No como ellos, que lo dijeron pero lo hicieron». Añadiendo que, «en el caso del Córdoba CF SAD los hubo (dos concursos abiertos a la vez), uno de ellos se vendió la unidad productiva y solo se dejaron los ingresos, porque los gastos los dejaron en la sociedad antigua».

Asimismo, González ha recordado que «tuvimos que crear otro concurso que sacamos adelante. Si se hubiese quedado con todo, tampoco se podría hacer, pero tendría una lógica. Lo que no se pueden quedar es con lo bueno y lo malo para los demás, cuando el club debía 12 millones de euros pagaron tres y lo demás que lo pague quien quiera. Está un poco feo».

No volverá

Acerca de si volvería a dirigir el club si vuelve por completo a su propiedad, González ha sido categórico: «No, no, no tengo ningún interés». Esto para añadir que «yo ya hice lo que hice, hacer historia en el Córdoba. He sido el mejor presidente de la historia del Córdoba, lo diga quién lo diga, y ahí están los números, los resultados y todo lo demás. Todo lo anterior y posterior ahí se ve, concursos, quiebras… conmigo fue una balsa: play-off, un ascenso a Primera, el filial en Segunda B durante algunos años».

Lo que le ha llevado a resaltar que «no ha habido época mejor y sin tener a un mecenas que ponga el dinero, solo con los ingresos propios de una sociedad que estaba perfectamente». Y ha apostillado que «la historia del Córdoba todos la conocemos, aunque no la queramos ver».

Arrepentimiento

Cuestionado por este medio acerca de si se arrepiente de haber vendido el club a Jesús León, González ha confesado que «me arrepiento de haber comprado el Córdoba. Tenía que haber dejado que siguiesen los que tenían que seguir, porque no se puede hacer más y ser más ingrata una ciudad y una afición con un presidente».

En ese apartado, el que fuera máximo responsable de la entidad blanquiverde ha abundado en que la gente «se confunde», ya que «el Córdoba es una sociedad privada, no es el Ayuntamiento o una empresa pública de la ciudad o del Estado. Es una sociedad privada como el periódico en el que trabajas, exactamente igual. La gente confunde y se cree que eso es de ellos, no, eso es de un accionista, que en ese caso era yo».

González ha recordado que el club «representa a una ciudad y, en mi época, la representó fenomenalmente, subiendo a Primera, haciendo un fútbol importante, teniendo una sociedad saneada, haciendo unas inversiones terribles, tanto en el estadio -que es municipal- como en la ciudad deportiva -que era de un privado-». A la par que ha incidido en que «algunos millones nos gastamos en la reforma, del Arcángel de antes a que llegara yo al que dejé se parecen como un huevo a una castaña. De todo eso lo único que me han valido son pleitos, problemas, en fin».

«También me arrepiento de la labor que hice, tenía que haberlo dejado (al Córdoba) como estaba», ha proseguido, para señalar «cómo está ahora, yendo por los pueblos de Dios. Conmigo se iba al Nou Camp y al Santiago Bernabeu y ahora se va al villaburros de abajo», ha ironizado.

El estadio

Sobre la terminación del estadio, González se ha cuestionado «¿quién lo va a pagar? ¿Quién va a pagar la finalización de la obra? Yo pagué bastante parte, me costó cuatro o cinco millones de euros». Y ha repasado que, «cuando llegué no había ni video marcadores, y qué eran los vestuarios y la sala de prensa». Esto para insistir en «¿quién lo va a pagar? Como no llegue otro imbécil como yo, que encima luego le metan un pleito. No creo que lo pague nadie, si lo hubiesen querido pagar ya lo habrían hecho estos señores que están ahora. El único que se gastó dinero en el estadio fui yo».

Finalmente, el expresidente ha afirmado que «el estadio no hay que terminarlo, hay que tirarlo y hacer uno nuevo, cuesta más barato». Y ha afeado que «se dejó a medias y no ha tenido conservación ni nada». Agregando que habría edificarlo «en otra localización, porque cuando está feria es un desastre». A su juicio, tendría que ser «moderno, funcional, que los socios estén cómodos y no eso que cuando llueve es un barrizal y en feria no hay quien entre».

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