Tributos
El dinero que va a costar a cada cordobés el impuesto al vertedero
Lorite recalca que «el Banco de España lo desaconsejaba y abogaba por una fiscalidad verde más en profundidad»
Primero fue el anuncio de una subida del 35% de las tasas de Sadeco (la empresa de limpieza de la capital) y, después, ha llegado el de el incremento del 41,8% de las de Epremasa (la empresa provincial de recogida de basuras).
Ambos aumentos tienen un denominador común y no es cualquier cosa, ya que se deben al denominado impuesto al vertedero, que se aprobó en 2022 por parte del Gobierno de España (PSOE y Podemos, ahora Sumar), y cuyo impacto recaudatorio es brutal. De hecho, de la subida de tasas provincial, que traducida en euros es 3,14 al mes, 1,85 obedecen al pago de ese tributo. De manera que cada habitante de la provincia (a excepción de la capital) pagará en 2024 22,2 euros más por cortesía de Pedro Sánchez.
Nadie se libra
Y eso pese a que en cuatro localidades (Cabra, Montilla, Puente Genil y Palma del Río) tienen empresa propia de recogida de basura, pero como la depositan en el vertedero de Epremasa, al ser lo que su nombre indica (un vertedero) el impuesto también caerá irremisiblemente sobre estos municipios (la izquierda sabe como hacer para que todos paguen).
En definitiva, como señalaba el vicepresidente primero de la Diputación, Andrés Lorite, sobre este tributo, se trata de un «impuestazo». El también presidente de Epremasa recordaba que la Ley de Residuos y Suelos Contaminantes del año 2022 planteaba dos impuestos: uno al vertedero, que tienen que aguantar las entidades públicas que gestionan los residuos sólidos urbanos; y otro a los plásticos de un solo uso.
La petición ignorada
«No lo digo yo, lo decía la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y entidades tan importantes como el Banco de España, el Consejo de Estado y alguna más; que había que establecer una moratoria en la aplicación de dicho impuesto. Y la pedían por la desventaja que iban a tener las empresas nacionales, porque se desaconsejaba desde el punto de vista del impacto social que iba a tener», subrayaba Lorite.
El vicepresidente primero puntualizaba que «yo en aquel momento, durante la promulgación de esta ley, era miembro del Congreso de los Diputados». Para agregar que «yo no aprobé esta ley, pero la ley es la ley y hay que aplicarla». Y ahora se tiene que ejecutar, «frente a lo que distintos organismos e instituciones planteaban en relación a la moratoria, a la oportunidad de aplicar dichos nuevos impuestos».
Ansia recaudatoria
Lorite remataba recalcando que «el Banco de España lo desaconsejaba y abogaba por una fiscalidad verde más en profundidad, más ecología de verdad y menos postureo y menos ansia recaudatoria». Pero el Gobierno de España decidió que de moratoria nada y a cada cordobés le costará algo más de 20 euros al año la ecología de Pedro Sánchez, al margen de la inflación desbocada en los combustibles, energía y la cesta de la compra, todo para llegar un poco más al límite, mientras se pactan quitas de la deuda catalana para seguir en Moncloa.