Relatos en verdeRafael del Campo

La hora de la dignidad

Actualizada 05:00

Años de entreguismo, de medida ambigüedad, de constantes renuencias y meliflua cobardía por parte de nuestros dirigentes, nos sitúan, en estos finales de 2.023, al borde de un incierto destino. Aquellos polvos del pasado (concesiones, acuerdos contra natura, impostadas moderaciones...) traen este lodazal que amenaza con acabar con nuestra identidad nacional, nuestro sistema democrático y, lo que es aún más grave, con nuestra dignidad como pueblo. Responsable directo: el gran felón. Y los apesebrados que, con escasísima vergüenza y abundoso cinismo, lo soportan y lo apoyan.

- Disculpe usted, Don Rafael : no hay que culpar sólo al gran felón, sino a los políticos del pasado, con sus intereses y sus ansias por gobernar al precio que fuere …

- Cierto : los del capullo y los gaviotos prefirieron muchas veces sus intereses de partido, antes que algo tan poco tangible, pero tan importante, como es la dignidad nacional.

Y así, poco a poco, casi sin darnos cuenta, ha llegado la hora de la dignidad nacional, la hora en que los ciudadanos, al margen de los recurrentes cauces habituales, alcen su voz y reclamen lo que es suyo: la patria, la Constitución y la igualdad entre españoles. El toro está en la plaza. Y los desengañados de esta vil partitocracia que nos rige, hemos de dar el paso adelante y mostrar pacíficamente nuestra protesta. ¿Cómo ? : asistiendo, a título individual a manifestaciones, concentraciones y reuniones. Y exponiendo, día a día, nuestra opinión: sin circunloquios ni tibio centrocampismo . Con claridad: sin miedo ni a nada ni a nadie. Y , por su parte, las entidades en que se agrupa la sociedad civil , desde las más enfáticas a las más humildes ( Academias, colegios profesionales, asociaciones empresariales, universidades, clubes deportivos, peñas taurinas, asociaciones de vecinos…) publicando declaraciones y manifiestos claramente apolíticos, pero explícitos, a favor de la unidad de España, de la separación de poderes y de la concordia nacional.

Hay que remover el barreño y agitar el guiso, no queda otra. Es la hora de los gestos. Gestos contundentes. Gestos indudables. El de SM El Rey hace unos días, en la jura del personaje, fue significativo: ceño fruncido, labios apretados, barba iracunda...Esperamos más gestos, Señor, más explícitos si caben, y, aunque sea arriesgado, más relevantes y eficaces aún. Porque este gesto ha sido un soplo de esperanza para el pueblo y un modo de irse ganado el Trono día a día.

No bastará, sin embargo, con una explícita actitud de protesta si ésta no se prolonga en el tiempo. Nuestro país, tan amigo de genialidades puntuales, de fogonazos sobresalientes, no debe olvidar la filosofía de la contumacia. Ya lo decía Santa Teresa : «La paciencia todo lo alcanza » O el también genial Don Camilo José Cela, de gratísima memoria : «En España, quien resiste, gana» Hay, pues, que gastar paciencia y resistir.

Y a los que, pasados unos días, abandonen, se arredren y amparen su abulia y su molicie en pretendidas razones, les recordaría la frase de Albert Camus : «Aquellos a los que falta coraje siempre encontrarán una filosofía para justificarlo»

Por tanto coraje, valor y determinación. El futuro es de los poetas y de los soñadores. De los que creen en lo imposible. No es de los mentirosos, ni de los traidores ni de los indecentes. Ánimo y adelante. Que, si España muere, como es posible, nadie pueda decir que tú no hiciste lo que estaba en tu mano.

Y, como la lucha será larga, hay que cuidarse y estar en forma. Ejercicio moderado y constante. Y buena alimentación: poco alcohol, pocas grasas y limitar los azúcares. Fruta mucha. La fruta es muy buena. Nos encanta la fruta. Nos gusta mucho la fruta.

Y tomate en abundancia. En especial los tomates cherry que son, como es sabido, rojos y amarillos, como esa bandera que nos acoge y nos une.

Y también, y muy especialmente, mucho verde en nuestra dieta : espinacas, acelgas, lechuga… El verde no tiene doblez. La palabra verde se parece a la palabra verdad. El verde no engaña: es lo más sano, los más autentico, lo más nutricio….

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