Propietarios de nada, usuarios de todo
El asunto más básico no es qué es lo mejor, sino quién debe decidir qué es lo mejor”
«En 2030 no tendrás nada y serás feliz». Esta frase fue la más famosa del Foro Económico de Davos del año 2021, ya que abría la puerta a los que muchos bautizaron como un «nuevo paradigma» y, sin embargo, otros tantos, ya llevaban mucho tiempo alertando de qué se avecinaba, como el economista Marc Vidal, quien en 2019 nos dejaba un brillante artículo al respecto. En ese artículo hablaba de un fenómeno que hoy es imposible de frenar. Ese fenómeno es aquél que hace que lo que años atrás llamábamos producto, hoy lo llamemos servicio. Muchos estarán leyendo este artículo con una sensación de posible frustración, pensando que en la actualidad es prácticamente imposible ser propietario de un vehículo, vivienda e incluso de un pequeño patrimonio, ¿verdad? Pero no, tranquilos, todo tiene una explicación bastante lógica, a la vez que irracional, referente a todo lo que acontece y que sucederá en el medio y largo plazo en nuestra economía.
El mundo no está cambiando, no: el mundo ya ha cambiado. Los hábitos de consumo, la forma de relacionarse o el proyecto vital de las generaciones actuales en nada se parece a las de generaciones pasadas donde la mentalidad de la propiedad estaba mucho más arraigada. Además, no se nos puede olvidar que España tradicionalmente ha sido un país bastante expuesto a la inflación, cosa que ha hecho que los españoles quisieran asegurar sus ahorros y patrimonio en uno de los valores refugios de referencia, la vivienda.
Como consecuencia de la frustración de muchos jóvenes al no poder emprender su proyecto vital de forma independiente, adquirir una vivienda o ser propietarios de un vehículo, ante esa incapacidad, deciden volcar prácticamente la totalidad de sus recursos al consumo, de una índole o de otra. Por eso, y solamente por eso, la frase de; “Los bares, restaurantes y hoteles están llenos, ¿Dónde está la crisis?" Les suena, ¿verdad?
En el Foro Económico Mundial se afirmaba en múltiples ocasiones algo verdaderamente preocupante como es; “Sociedad del alquiler, un mundo en el que nadie tenga coche, nadie sea dueño de nada y base su vida en el uso eficiente de todo lo que precises’. Para nuestras libertades futuras y, sobre todo, para las bases económicas donde se están asentando los principios económicos, hay que actuar, no hay tiempo. La propiedad privada ha sido y es uno de los pilares fundamentales de la prosperidad económica de occidente y de todo el mundo. Gracias a ella, infinidad de familias han podido, de generación en generación, construir un pequeño patrimonio con el que ha crecido su capacidad de ahorro y de inversión. En definitiva, el mundo que está aquí para quedarse, si no lo canalizamos de forma correcta y eficiente puede representar para nuestros proyectos de vida y el de nuestras familias un serio problema de capacidad y, más importante aún, de libertad.
El artículo abría el telón con la frase del economista Thomas Sowell; «El asunto más básico no es qué es lo mejor, sino quién debe decidir qué es lo mejor». Cada individuo es responsable de decidir que es lo mejor para su vida, y tú, ¿qué opinas? ¿Usuario o propietario?