Así son las iniciativas sociales, educativas y sanitarias de la Fundación Bangassou

La fundación Bangassou nace del esfuerzo, solidaridad y dedicación de los familiares y amigos de Monseñor Juan José Aguirre Muñoz, misionero y Obispo de la Diócesis de Bangassou.

Él representa el pilar fundamental sobre el que se basa esta entidad transparente, sin base religiosa y con una finalidad muy clara «ayudar al que lo necesita», nos indica su presidente, Miguel Aguirre. «Somos una fundación no religiosa, a pesar de ayudar a una Diócesis. Ayudamos a todo el mundo, ya sean cristianos, judíos o protestantes, a todo el que lo necesite, no diferenciamos entre religiones. Somos una fundación con ánimo social y dedicada a la ayuda a los demás».

Desde su creación en 2003, trabajan por y para el desarrollo y la promoción de la población centroafricana, una labor que se ha endurecido y encarecido con la guerra. A pesar de ello, por suerte, cuentan con la generosidad y donación de familias y empresas a nivel nacional y de la provincia, « los cordobeses son muy solidarios», nos confirma Miguel.

La única piedra con la que se topan es al solicitar ayuda para construir iglesias o el mantenimiento de los seminaristas « que no nos lo quiere financiar nadie», excepto « el Cabildo Catedral que es sensible a estos proyectos». Miguel da muestras de su agradecimiento hacia ellos y, por ello, le han otorgado el ‘Premio José Luis Caballero’ que les será entregado este sábado.

Proyectos

Veinticinco proyectos son los que la fundación va a llevar a cabo este año, entre su sede central de Córdoba y las delegaciones de Madrid, País Vasco y Antequera. Una de red de apoyos y de trabajo en una sola dirección «todos respiran de las necesidades de Bangassou».

Pero, ¿cómo eligen sus proyectos? «Desde el principio teníamos muy claro que teníamos que trabajar los proyectos de la misma forma que lo hacen los misioneros, y ellos lo hacen en un trípode: proyectos de educación, de sanidad y promoción social». Estos son los pilares fundamentales en los que se basan sus iniciativas, que abarcan desde los recién nacidos hasta los ancianos.

Juanjo es el que les dirige al encontrarse inmerso en la región y ser el termómetro social en todo momento « es el que nos indica las necesidades que tienen porque si no, no estaríamos ayudando realmente en lo que necesitan», explica Miguel. Se trata de proyectos « de la Diócesis de Bangassou, pero que la asociación atiende y busca fondos para lo mas urgente y necesario».

Necesidades

Desde leche en polvo, bicicletas, herramientas o máquinas de coser. La población necesita de todo, y uno de los grandes proyectos es enviar contenedores de ayuda humanitaria. Pero, « no con cualquier cosa», remarca el presidente. «Somos muy exclusivos a la hora de enviar cosas. No me vas a dar lo que a ti te sobra, ellos tienen la misma dignidad que pueden tener tus hijos, por lo que vamos a mandar cosas dignamente». Sobre todo, ponen el foco en cosas que allí no se pueden comprar o en las que el coste llega a triplicarse.

Bangassou es una región como Andalucía, con 500.000 habitantes y con un grave problema, y es que se encuentra dispersa con mucha población rural, con distancias muy largas y sin carreteras asfaltadas. Caminos de tierra que se embarran con la lluvia y se convierten en intransitables, por lo que otra de las grandes iniciativas es enviar medios de transporte: desde coches, motos o bicicletas.

En el entorno social, llevan a cabo un proyecto de « Casas de la Esperanza», donde acogen a personas mayores penadas por delitos de brujería. Además, de la construcción de un orfanato, donde ya tienen a más de 60 niños.

Sanidad

Han construido dos quirófanos, uno de ellos se llama « San Rafael», y otro ha sido destruido durante la guerra. Las misiones sanitarias eran una constante en la Fundación, pero los conflictos han hecho que todo se complicase. Para seguir ayudando están embarcados en varios proyectos sanitarios: construir una farmacia central en Bangassou que provea a toda la región y operar cataratas para liberar a los lazarillos. Además, han formado a dentistas, han construido una maternidad, porque las mujeres « daban a luz en mitad del campo» y una pediatría para atender a los mas pequeños junto a una campaña de vacunación.