Salmorejo, de Taberna La Montillana
Algunos de los mejores restaurantes de Córdoba para celebrar el Día Internacional del Salmorejo
Hacemos un repaso por los mejores lugares donde saborear (y festejar) uno de los iconos de la gastronomía cordobesa
Pan ( de telera, por favor) , tomate, ajo, aceite de oliva virgen extra y sal y, por supuesto, el secreto de toda madre o abuela. ¿El resultado? Una crema fría que auna siglos de tradición y cultura y que puede comerse con más pan (mojando) y con trozos de jamón y huevo duro.
Aunque no necesita presentación, el salmorejo es sin duda uno de las recetas más famosas no sólo de la gastronomía cordobesa junto al rabo de toro y la mazamorra, sino de la cocina andaluza y española. El rey indiscutible del verano y nuestro plato estrella.
Hoy, gracias a la Cofradía del Salmorejo Cordobés, el 24 de abril esta marcado en rojo en el calendario como el ‘Día Internacional del Salmorejo’, una excusa perfecta para prepararlo en casa o salir a saborearlo en alguno de los restaurantes y tabernas que mejor lo hacen de la ciudad.
Taberna La Montillana (C. San Álvaro, 5). Cremoso, con un rojo intenso y acompañado de jamón ibérico y huevo duro, así es la creación del chef Antonio Jiménez. La apuesta de esta taberna por elaborar sus platos con un 80% de materia prima de la provincia se nota, y mucho, haciendo que su salmorejo sea uno de los más deseados y recomendados.
Pepe de la Judería(C. Romero, 1). Su salmorejo puede presumir de estar incluido en la Guía Michelin y ser uno de los que conforman el ‘top 10 de salmorejos’ de Viajes National Geographic. El salmorejo de Pepe de la Judería es tan icónico como su establecimiento y, sin lugar a dudas, un imprescindible cordobés. Acompañado solo por jamón ibérico, es exquisito, tiene el punto justo de cremosidad y es la combinación perfecta para el rabo de toro de la casa. ¿Lo mejor? Puede degustarse frente a la Mezquita Catedral.
Bodegas Campos (C. Lineros, 32). Su receta es para repetir una y otra vez. Servido en una fuente de cerámica cordobesa, es uno de los imprescindibles de la ciudad y una parada obligatoria si eres amante de este plato.
Las Beatillas (Pl. de las Beatillas, 1). Esta taberna es lo que buscas si quieres ‘hartarte’ de salmorejo, perfecta para compartir ( o no). Su apuesta es pura tradición y está buenísimo.