Un niño con autismo, en una imagen de archivoXolodan

Una jornadas sobre el autismo abordan las necesidades de las personas de este espectro

Se celebran en el Hospital Reina Sofía y están organizadas por Autismo Córdoba junto con la Delegación de Salud

La Delegada Territorial de Salud en Córdoba, María Jesús Botella, ha presentado unas jornadas que se celebran este jueves 19 de septiembre enfocadas en las «necesidades y apoyos para las personas con autismo». Estas jornadas han surgido de las reuniones mantenidas con la Asociación Autismo Córdoba, entidad a la que ha agradecido su «enorme trabajo en favor de estos niños y adultos». Además, destacó la importancia de difundir la realidad de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) tanto en el ámbito sanitario como educativo, ya que se trata de «una discapacidad invisible» que requiere «una especial empatía».

Durante la rueda de prensa, Botella ha informado que la provincia cuenta con 22 centros de atención infantil temprana, siendo uno de ellos específico para trastornos del espectro autista y gestionado por Autismo Córdoba. Asimismo, detalló que en 2023, «3.305 menores fueron vinculados a estos centros», de los cuales «260 presentaban trastorno del espectro autista». En cuanto al impacto económico, la consejera señaló que este tipo de atenciones supuso una inversión de 4.440.736 euros en el último año.

Por su parte el psiquiatra Rafael Burgos, coordinador de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil, ha subrayado la importancia del diagnóstico precoz y ha destacado que los trastornos del espectro autista afectan aproximadamente al 1% de la población. Según Burgos, el aumento en los diagnósticos es evidente: “En los años 70, la prevalencia era de uno de cada 5.000 niños, y hoy está cerca del 1%«. Aunque ha reconocido que no se sabe el motivo exacto de este incremento, mencionó que existen teorías que apuntan a causas genéticas y ambientales.

Paqui Suárez, presidenta de Autismo Córdoba, ha insistido en la necesidad de un enfoque específico para las personas con autismo, señalando que «antes éramos un centro genérico» pero que han logrado establecer un centro de atención infantil específico. Sin embargo, advirtió que «se nos ha quedado pequeñísimo» y que se requiere una ampliación debido a la creciente demanda.

En relación a la falta de actividades en verano para las personas con autismo, Suárez ha explicado que su asociación organiza «escuelas de verano específicas», pero lamentó que «no son suficientes» y que resultan «carísimas» debido a la necesidad de contar con un monitor por cada dos niños. «Otras entidades intentan hacerlas, pero al final fracasan», concluyó.