Pandilleros salvadoreñosEuropa Press

Bandas latinas

Arranca el juicio a cuatro Dominican Don't Play por agredir a Trinitarios

Los pandilleros han sido acusados de participar en varias reyertas con machetes y pistolas y se les piden penas de entre 4 y 34 años

El auge de las bandas latinas es evidente. Pero sus actuaciones llevan tiempo caldeando el ambiente en la capital. Esta vez, en septiembre de 2019, fue Vallecas el campo de batalla entre las dos bandas rivales. La Audiencia Provincial de Madrid inicia este martes el juicio a cuatro miembros de la banda latina Dominican Don't Play (DDP) acusados de participar en varias agresiones, a machetazos y disparos, contra simpatizantes de la banda rival: los Trinitarios.

El juicio comenzará este martes en la Sección 23 de la audiencia madrileña, ha informado la Fiscalía, que acusa a los procesados de homicidio en grado de tentativa, lesiones, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal, y solicita penas de entre 4 y 34 años de prisión.

Precisamente las desavenencias entre los DDP y los Trinitarios fueron la causa, según las investigaciones policiales, de la muerte de un menor de 15 años y de un joven de 25 el primer fin de semana de febreros en Madrid.

Esos crímenes conllevaron la puesta en marcha en los días siguientes de un operativo especial contra las bandas juveniles que hasta ayer lunes se había saldado con la detención de 48 personas, la identificación de 6.951 y la intervención de 35 armas, según informó la Delegación del Gobierno.

Condenados por un «ataque por sorpresa»

En el juicio que arranca este martes la fiscalía considera probado que los cuatro procesados están vinculados a la banda latina Dominican Don´t Play y decidieron hacer una «caída» o ataque por sorpresa, de forma simultánea y en distintos lugares del barrio de distrito madrileño de Puente de Vallecas el 30 de septiembre de 2019.

Detenidos 15 miembros de los Trinitarios y 4 de los DDP por varias reyertas entre bandas este mesEuropa Press

Lo hicieron «como manifestación de su autoridad y dominio territorial frente a la banda rival de los Trinitarios» y en cada «caída» intervinieron varias personas y no siempre las mismas.

En cada acción intervinieron varias personas y no siempre las mismas. Así, en una de ellas un miembro de los DDP apodado «el huevo», junto con otras dos personas no identificadas, persiguió y alcanzó a un integrante de los Trinitarios, quien al verse perseguido, se introdujo en el locutorio de la calle Peña Gorbea donde el acusado le disparó «en varias ocasiones» por la espalda.

Posteriormente, una de las personas no identificadas le propinó dos machetazos cuando trató de salir del locutorio, detalla la Fiscalía. El joven atacado surdió lesiones graves que podría haber comprometido su vida si no hubiera sido atendido rápida y eficazmente por los servicios de emergencia, detalla el escrito.

A machetazos

A lo largo de esa misma noche el acusado atacó con un machete a su paso por la calle Cafeto en su confluencia con la calle Hermanos Ruiz a un joven de 19 años de edad miembro de la banda de los Trinitarios, a quien propinó machetazos en la cabeza y en el brazo izquierdo, quedando herido de gravedad, como la primera víctima.

Imagen de archivo de la banda latina Los trinitarios en MadridEuropa Press

Con ese mismo machete el procesado agredió en otro lugar distinto a otros dos simpatizantes de dicha banda, a uno de los cuales dio un machetazo en el ojo derecho, lo que le causó un traumatismo ocular grave y evisceración, con la consiguiente pérdida de visión.

Por su parte, otro de los integrantes de los DDP fue arrestado cuando intentaba huir de la Policía tras arrojar al suelo una escopeta de cañones recortados, mientras que otro miembro más fue reconocido como uno de los partícipes en la «caída» y, si bien llevaba un cuchillo en la mano, no consta su participación material en ninguna de la agresiones.

La Fiscalía recuerda que la banda Dominican Don`t Play (DDP) está integrada fundamentalmente por jóvenes de origen dominicano y se caracteriza por ser un grupo violento dedicado a la comisión de delitos graves, con una organización y estructura rígida y estable y una jerarquía definida.