Madrid
Primer paso para dar una nueva oportunidad al Beti-Jai
El Ayuntamiento ha firmado el primer paso para desbloquear la reforma del histórico frontón de pelota vasca, que además, podrá ser utilizado como espacio cultural o educativo
el histórico frontón Beti-Jai, «siempre fiesta», de pelota vasca es una joya desconocida y que hasta hace relativamente poco estaba oculta bajo maleza y matorrales.
La construcción de este espacio fue ordenada por el arquitecto Joaquín Rucoba y terminó de construirse en 1894. Sin embargo, en sus más de 125 años de historia, su papel como frontón ha sido bastante breve.
La pelota vasca estuvo muy de moda en la alta alcurnia española en aquellos años. Podía incluso equipararse a la afición al fútbol actual. Los aristócratas españoles, sobre todo en San Sebastián, acudían a verlo en una especie de reunión social donde se apostaba, se charlaba y se negociaba.
Tan de moda estaba este deporte que, cuando construyeron la cancha en Madrid, se incluyó un Palco Real entre los asientos de los espectadores.
Por desgracia, las apuestas se corrompieron, se construyeron decenas de canchas más y la gente perdió el interés. Las pelotas dejaron de sonar muy pronto en sus paredes. Apenas 21 años después de su apertura, el edificio se vendió a Harley- Davidson, que lo utilizó como taller.
Durante los años de la guerra civil, debido a su ubicación en el distrito de Chamberí, el frontón se utilizaba como cuartel y cárcel.
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En 1950 un propietario comenzó a utilizarlo como almacén. Finalmente, en 1963 fue utilizado como lugar de dispensación de la vacuna de la polio, hasta caer en total abandono en los años 80 y en 1991 fue declarado monumento nacional.
En el momento en que el Ayuntamiento de Madrid terminó de expropiarlo en 2015, pudo verse como toda la belleza de sus años dorados estaba oculta bajo maleza y matorrales. Poco quedaba de aquel majestuoso frontón construido hace más de 100 años y que había sido lugar de ocio para las clases más altas de la sociedad española.
Las labores de restauración y limpieza del edificio comenzaron en 2015 tras la expropiación, pero no terminarían hasta 2019. Fue en ese momento, cuando un vecino bilbaíno de Chamberí consiguió entrar a verlo e inició el movimiento por la recuperación de la utilidad del Beti- Jai. Sin embargo, no se debatió nada sobre sus posibles nuevos usos, más allá de las visitas como edificio de interés cultural, hasta 2021.
El edificio está situado en la calle Marqués de Riscal, ocupa el centro de una manzana, está rodeado de viviendas, y tiene una superficie construida de 4.579,94 m2. Aunque se hicieron las obras para recuperar el inmueble y salvarlo de la ruina, actualmente se encuentra en desuso, debido en gran parte a las limitaciones que acarrea su condición exclusiva como edificio de uso deportivo.
El Plan Especial
Se podrá autorizar el cubrimiento del patio y de la cancha de juego en las condiciones previstas en las Normas Urbanísticas. Para ajustarse a estas normas, la cubierta debería ser traslúcida, ligera y disociada de la edificación.
De este modo, no se afectarían los valores que motivaron la declaración del inmueble como Bien de Interés Cultural, ya que desde el espacio interior se podría seguir apreciando el tratamiento de fachada urbana, creando la percepción de plaza pública.
El incremento de un 10 % sobre la edificabilidad existente se podrá autorizar, en su caso, situado bajo la cancha de juego. Sin embargo, no se podrá autorizar la alteración de la envolvente del edificio.
Todo ello, con la finalidad de asegurar el adecuado funcionamiento y uso del conjunto del edificio, mediante la mejora de sus condiciones de habitabilidad y uso.
Tras esta aprobación inicial, el Plan se ha sometido al correspondiente periodo de información pública antes de su aprobación definitiva.
El primer paso para llevar a cabo este Plan Especial se firmó el jueves 20 de octubre. Gracias a estas reformas, además de su natural uso deportivo, el edificio de Chamberí podrá ser utilizado por madrileños y turistas también como centro educativo y cultural y situar allí actividades como: organizaciones de eventos, ferias del libro, obras de teatro, cine de verano, desfiles de moda o conciertos entre otras.