Tres meses de huelga sanitaria en Madrid: motivos, claves del conflicto y balance
Las manifestaciones celebradas por estos sindicatos han mostrado la «doble vara de medir» del Gobierno central
Enrique Ruiz Escudero: «La izquierda está desquiciada y crea una realidad con la Sanidad que no es la que viven los madrileños»
La sanidad madrileña no pasa por su mejor momento, se cumplen tres meses del comienzo de la huelga madrileña que convocó de forma indefinida el sindicato de Amyts para protestar por lo que entienden es un «caos»: el nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias de Atención Primaria. A estas quejas se han sumado las de otros cinco sindicatos que se quejan de la misma problemática: la reapertura tras la pandemia del servicio de Urgencias en los centros médicos.
Según Amyts, antes de la llegada de la Covid-19 había 360 médicos para 80 centros de urgencias extrahospitalarias, mientras que ahora hay solo 228, al haberse reubicado a otros. Ese «caos» por la falta de personal ha provocado que muchos centros abrieran sin médicos y otros permanecieran cerrados, una situación en la que la Consejería recurrió a las Unidades de Atención Domiciliaria.
Hay que recordar que en marzo de 2020, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, acordó el cierre de los antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) para reforzar el servicio hospitalario, superado por la pandemia de coronavirus que vivía España en ese momento. Dos años y medio después, Ayuso ha decidido recuperar este sistema.
La Comunidad de Madrid anunció a principios de noviembre un modelo transitorio a través del cual mantendrá abiertos los ochenta centros sanitarios 24 horas, de los cuales 46 dispondrán de médico, enfermero y celador y otros 34 contarán con dos enfermeros, celador y equipos para la realización de videoconsulta con un médico.
Ante esta situación, los sindicatos médicos mayoritarios en la Comunidad han organizado varias huelgas a lo largo de estos tres meses para protestar por un plan que ha provocado la renuncia de más de 20 facultativos, así como problemas de estrés y ansiedad por la sobrecarga asistencial. Además, han denunciado la falta de personal mínimo y de material básico en estos centros.
Campaña política
El consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha defendido reiteradas veces que no entiende el «boicot permanente» de la izquierda al plan de apertura de las urgencias extrahospitalarias de Atención Primaria. Además, ha acusado a Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos de promover «una campaña feroz que está generando temor por parte de los madrileños a la hora de acudir a estos centros».
La primera semana de apertura, se atendieron a 14.000 madrileños. Según el consejero de Sanidad, este nuevo modelo pretende que los pacientes puedan tener «una continuidad asistencial» y responder a una petición que se ha hecho desde todos los ámbitos, pese a que desde la izquierda se ataque constantemente este modelo.
Desde el Gobierno regional no se han mostrado contrarios a la hora de contratar profesionales del sector: médicos, enfermeras y celadores.
Ayuso, la principal señalada
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es la principal señala por estas huelgas, las cuales tampoco están teniendo ni mucho menos un seguimiento masivo. Muchos sanitarios han reprochado a la regidora esta medida de ampliar los horarios en los centros sanitarios, a este movimiento se les han sumado varios políticos como la candidata a la alcaldía de Madrid, Reyes Maroto, o su homólogo a la Comunidad, Juan Lobato.
La guinda la puso el concejal del PSOE de Cáceres, Jorge Villar, que calla ante el colapso de los hospitales extremeños. Mientras Madrid tiene una de las listas de espera más bajas de España, comunidades como Extremadura se sitúan con hasta 7 meses para poder entrar en sus quirófanos. El concejal socialista puso la primera piedra del hospital de la ciudad y, «con suerte, estará terminado en 2028», según apuntan varios extremeños de la ciudad.
Por su parte, Ayuso señala estas movilizaciones como un «gran activismo político porque la izquierda en la Comunidad de Madrid literalmente se está hundiendo y utilizan estos centros no para poner propuestas, no para ayudar, lo intentan para poner su pancarta para hacer algo que es insensato».
Balance de las manifestaciones
En las manifestaciones celebradas por estos sindicatos, se ha mostrado la «doble vara de medir» del Gobierno central. El alcalde de Madrid acusó a Mercedes González, delegada del Gobienro en la región, de llevar a cabo un «baile de cifras grosero» sobre el número de manifestantes en función del tipo de concentración.
Según la socialista, en la última concentración que hubo, en Cibeles en contra de Ayuso y a favor de la sanidad pública, se reunieron 250.000 personas, mientras que en este mismo lugar, se cifraron en 31.000 asistentes en la manifestación contra Sánchez el 23 de enero.
En concreto, la capital ha albergado dos manifestaciones multitudinarias. La primera de ellas, el 13 de noviembre, cifró en 670.000 los asistentes (según la organización), mientras que la Delegación del Gobierno indicaba que habían asistido 200.000. En cuanto a la última celebrada este febrero, acudieron 250.000 personas, según delegación.