Manifestación Génova
La asociación que promovió la protesta contra Ayuso frente a Génova es la misma que urdió su escrache en la Complutense
La entidad alaba a Lenin e invita a unirse a los comunistas revolucionarios
Ayuso plantea que se le sufrague una vivienda oficial para evitar el «escarnio bochornoso» de la «intimidación» a su vecindario
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, resiste ante la última estrategia del Gobierno central de atacarla a través de su pareja por cometer presuntamente dos delitos contra Hacienda. Este miércoles varios centenares de personas se concentraron frente a la sede del Partido Popular para pedir la dimisión de la líder madrileña y criticar la gestión de la residencias de mayores durante la pandemia. Una de las asociaciones convocantes fue Izquierda Revolucionaria, la misma que urdió el escrache contra Ayuso en la Universidad Complutense de Madrid en enero del año pasado.
Este radicalismo se pudo ver en la calle Génova, donde ondearon banderas republicanas y se insultó a la presidenta de la Comunidad de Madrid. «Ayuso es un asesina que se cargó a miles de personas en las residencias durante la pandemia y es una corrupta porque ya su hermano cobró millones durante la pandemia y ahora su novio ha defraudado a Hacienda», comentaba un manifestante.
La izquierda radical que se concentró frente a la sede del PP estuvo insultando a la líder madrileña a lo largo de la tarde. Se escucharon gritos de: «Ayuso, hija de fruta» o «Asesina». También se sumaron cánticos de «Fuera corruptos de la asamblea» o «No son muertes, son asesinatos». En algunos vídeos en redes sociales se puede ver a algunas personas hablar de querer asesinar a la líder madrileña.
No es la primera vez que la asociación Izquierda Revolucionaria carga contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. En enero de 2023, la Universidad Complutense reconoció a Ayuso alumna ilustre, lejos de ser un acto pacífico, varios grupos de izquierda junto con esta entidad prepararon un escrache.
El rector de la Complutense rechazó cualquier manifestación a las puertas de la facultad de Ciencias de la Información, pero la izquierda radical ignoró esta orden y cargó de manera literal contra Díaz Ayuso que tuvo que salir escoltada por su equipo de seguridad, militantes del PP y chicos de Nuevas Generaciones ante el acoso de los radicales que quisieron agredirla.
Izquierda Revolucionaria subrayaba en su web que «la principal Universidad pública de Madrid ha decidido galardonar a la capitana de los recortes en la educación pública madrileña, a la responsable de que 33.000 estudiantes se hayan quedado fuera de la FP». Además, tachaba a Ayuso de «fascista».
Esta asociación radical enaltece la figura de Lenin y llama a que los madrileños se unan a los comunistas revolucionarios. Además, defienden que «hay que acabar con el régimen del 78, con la monarquía corrupta, con la justicia franquista y con todo el entramado institucional al servicio del IBEX 35.
En su ideario rechaza «la dictadura del capital financiero que decide sobre nuestras vidas y nos negamos a que el 'sí se puede' se convierta en 'no se puede, los capitalistas no lo permiten'. Los radicales tienen un diario en el que defiende a Gaza y abogan por un estado palestino. En uno de los titulares se puede leer: «Asesinada y Hambrienta».
Izquierda Revolucionaria señala que «bajo el capitalismo, mientras una minoría de banqueros, especuladores y grandes empresarios amasan beneficios escandalosos, para la juventud y la clase trabajadora solo hay recortes, precariedad, salarios miserables, desempleo y un futuro sin oportunidades».
Asociación La Plaza
Otra de las asociaciones convocantes de la manifestación contra Ayuso fue La Plaza. Una entidad que se postula en contra de la presidenta de la Comunidad de Madrid por su gestión de las residencias de mayores durante la pandemia. A los integrantes de este grupo se le ha pasado por alto que la Justicia ha archivado este caso en varias ocasiones.
La entidad defiende que ha visto «escándalo tras escándalo, pero esta es la gota que colma el vaso, la guinda del pastel, el summum de la avaricia, de la codicia y de saber gestionar solo tu propio interés», haciendo alusión al caso de la pareja de Ayuso.
En este sentido, remarcan que «lo único que ha hecho ha sido hablar como presidenta de la Comunidad de Madrid para defender a un particular (…) Y claro que el caso va con ella, ¡se está beneficiando de dos pisazos y de los dos cochazos que tiene su novio!»
La Plaza defiende que «mientras Ayuso disfruta de dos pisazos, no toca la vivienda en Madrid», una afirmación que no es cierta si se analizan las ayudas que ha lanzado el Ejecutivo regional en esta materia para favorecer a que los jóvenes se puedan independizar y hacerse con un inmueble.