El bar de Pablo Iglesias contra Google: pide a la plataforma eliminar reseñas de «ultraderechistas»
El establecimiento del ex vicepresidente del Gobierno ha criticado que algunos comentarios de usuarios no respetan la política de la plataforma
Los madrileños, sobre el bar de Pablo Iglesias: «Con todo lo que nos ha robado podría haber hecho algo mejor»
El bar Garibaldi, propiedad del fundado de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha pedido a la plataforma Google que elimine comentarios «falsos» de «ultraderechistas» que, a su juicio, «incumplen sus protocolos».
Además, el establecimiento también ha solicitado a Google que corrija el «cerrado temporalmente» que aparece en la web si buscas esta taberna, que abrió sus puertas el pasado 19 de marzo y que apenas cinco días después echó el cierre por una avería.
Sin embargo, el bar, ubicado en el madrileño barrio de Lavapiés, ya vuelve a tener sus puertas abiertas y ha exigido a Google que así lo haga constar. «Desde hace días indicáis que estamos cerrados temporalmente. Esa información es falsa y os lo hemos notificado. Por favor proceded a corregirlo», ha escrito la Taberna Garibaldi en sus redes sociales.
Además, ha pedido a Google que elimine reseñas como por ejemplo una que reza: «Muy buen servicio ya que al ser comunistas me dejaron irme sin pagar. No volveré porque lo único que había para comer eran restos de cáscaras de gambas de CCOO y UGT pero al menos no pagas» u otro que dice: «Gente consumiendo alcohol en vidrio y ocupando toda la acera. Tiempos duros vienen para los vecinos que por la mañana madrugamos para ir a trabajar de verdad. El sentido de la legalidad y la democracia viene menos a la primera oportunidad. Por cierto: Garibaldi era filo monárquico».
Otro usuario, que tan sólo concedió una de las cinco estrellas posibles para evaluar el lugar, escribió: «Una de las categorías del menú hace referencia a un documental sobre un miembro de ETA (No me llame Ternera). Por mera coincidencia o no, pero ahí está. Como podrán ustedes comprender, no recomiendo ir a este sitio».
«Muy mal», «Mala calidad», «Hay muchas ratas y cucarachas no recomendable si no eres comunista y no te gusta darte un duchita porque huele ahí dentro a estupefacientes» o «Comida poco original y el local estaba lleno de cucarachas» son algunos de los comentarios que también pueden leerse en Google sobre el nuevo bar de Pablo Iglesias.
Por el contrario, algunos otros comentarios, los menos, sí dejan en buen lugar a la taberna: «Fuimos atraídos por la fama de su infame propietario pero la verdad es que hemos comido bastante bien. La carta era reducida, el servicio era muy amable y rápido. Los precios económicos. La decoración es acorde con la ideología del local».
Otro usuario, en su caso en la plataforma Tik Tok, reconoció que el sitio le había gustado, aunque matizó que la parecía «normal», es decir, «ni bien, ni mal», y no terminó de decidir si volvería a ir una segunda vez.
Socios y carta de la taberna
El exvicepresidente del Gobierno no está solo en este proyecto hostelero y tiene como socios al poeta Sebastián Fiorilli y al cantautor Carlos Ávila.
Antes de su apertura, el pasado 19 de marzo, el local amaneció vandalizado por pintadas anarquistas, sumado a que al día siguiente de la inauguración tuvieron que cancelar varias reservas porque tuvieron problemas con los proveedores.
Una de las curiosidades del bar son los platos de su carta con nombres que hacen guiños a dirigentes o miembros comunistas o de izquierdas. En la Taberna Garibaldi puedes comer salmorejo partisano, enchiladas Viva Zapata, o el flan Fiorilli; y acompañarlos con bebidas como Ché daiquiri, Mandela Zulú, Gramsci Negroni, Pasionaria Puerto de Valencia o Fidel Mojito.