Parla
Juanjo Ballesta irá a juicio por una presunta agresión sexual: «Intentan desmontar a la víctima por su esquizofrenia»
La víctima alega que fue agredida en dos ocasiones por dos hombres distintos
La jueza de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Parla ha propuesto en un auto juzgar al actor Juanjo Ballesta por el delito de agresión sexual que presuntamente cometió el año pasado en esta localidad madrileña contra una mujer que sufre esquizofrenia paranoide. Después de 9 meses, la jueza ha dado por concluida la instrucción.
La denunciante alega que el actor y otro hombre la agredieron sexualmente en la localidad de Parla en días diferentes. En el caso de Ballesta, los hechos se habrían producido el 20 de julio del año pasado. La denuncia fue presentada por clínicos del hospital psiquiátrico donde estuvo ingresada durante doce días tras los hechos.
Ballesta afirma que no conoce a la víctima y siempre ha defendido su inocencia. El actor ha cuestionado su testimonio por ser «contradictorio» y por la enfermedad mental que ella sufre desde hace años. La abogada del actor, Beatriz Uriarte, solicitó que se archivara la causa por estas razones.
El abogado de la acusación, Juan Manuel Medina, resume que «la estrategia de la defensa intenta desmontar el testimonio apoyándose en la enfermedad mental de la víctima. Lleva en tratamiento muchos años, y estaba bastante estabilizada al respecto, no le resta veracidad al testimonio».
Los profesionales del centro psiquiátrico, citados por la defensa recalcan que en el historial clínico de la víctima no constan alucinaciones de naturaleza sexual, que hubo un «relato coherente» sobre los hechos, y que las «posibles inconcreciones» pueden ser fruto del paso del tiempo o de los efectos de tóxicos que ella había consumido.
La psiquiatra habitual de la víctima, que compareció el pasado enero en el juzgado, descarta rotundamente que el relato central sea fruto de delirios, ni por la enfermedad ni como consecuencia de su consumo de sustancias.
La defensa del actor considera que el hecho de que no haya precedentes de alucinación sexual no demuestra que no pueda haber pasado esta vez: «no existen herramientas para poder saber si algo es creíble o algo no es creíble, si alguien dice la verdad o miente».
La acusación ha alegado sobre el otro investigado, que presenta «unas cicatrices en la parte baja de la espalda, y otras dos en la parte baja del torso, próximas a la región púbica».