El Monasterio de El EscorialWikimedia

Madrid

La leyenda que esconde el madrileño pueblo de San Lorenzo de El Escorial

Este municipio madrileño, más allá de por su imponente monasterio, es conocido por la leyenda que esconden sus orígenes

El pueblo de San Lorenzo de El Escorial es conocido por su imponente y majestuoso monasterio, un complejo que incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca, un colegio y un monasterio mandado a construir por Felipe II. Sin embargo, los más curiosos y fanáticos de lo oculto, también conocen este emblemático lugar por las leyendas que hay en torno al mismo, siendo una de las más conocidas la de que el imponente edificio fue construido para tapar una de las siete entradas al infierno que existirían en el mundo.

Según esta leyenda, recogida por el cronista oficial del edificio, el padre Jerónimo fray José de Sigüenza, el Rey mandó erigir el Monasterio de El Escorial tras convocar una comisión de expertos con los que decidió en emplazamiento, no solo como un panteón real y un centro de poder religioso, sino también con el propósito de sellar una de las puertas del al reino de las tinieblas. Se dice que el monarca, profundamente religioso y obsesionado con la salvación de su alma y la de su familia, decidió levantar esta monumental construcción sobre un lugar donde se creía que existía una entrada al inframundo.

La leyenda se alimenta de varios elementos históricos y simbólicos. En primer lugar, la arquitectura del monasterio, con su planta en forma de parrilla, recuerda al instrumento de martirio de San Lorenzo, santo al que está dedicado el edificio. Esta forma, aunque oficialmente es en honor a San Lorenzo, también podría interpretarse como un simbolismo de protección y contención de fuerzas malignas.

Además, la ubicación del monasterio, en la sierra de Guadarrama, refuerza la atmósfera de misterio. La construcción, rodeada de montañas y naturaleza, se percibe como un baluarte contra lo desconocido y lo maligno. Felipe II era conocido por su devoción y su temor al poder del mal, lo que le llevó a elegir cuidadosamente el emplazamiento de El Escorial, buscando un lugar que pudiera actuar como un verdadero escudo espiritual.

El interior del monasterio también contribuye a esta leyenda. Las criptas y los pasadizos subterráneos, diseñados con una sobriedad y una precisión asombrosas, han dado lugar a numerosas especulaciones sobre su verdadero propósito. Algunos creen que estas estructuras no solo sirven para enterrar a los reyes y santos, sino también para mantener sellado el portal al infierno.

Aunque la leyenda de que el Monasterio de El Escorial se construyó para tapar una entrada al infierno no tiene base histórica comprobada, su persistencia en la cultura popular refleja el profundo impacto que el edificio y su entorno han tenido en la imaginación colectiva. Este relato se suma al rico tejido de mitos y historias que rodean a uno de los monumentos más impresionantes de España, haciendo de El Escorial un lugar no solo de gran valor histórico y artístico, sino también de fascinante misterio.