Fátima Matute

La consejera de Sanidad de Madrid, Fátima MatuteComunidad de Madrid

Comunidad de Madrid

Arrancan las obras en el Hospital de Fuenlabrada para albergar un equipo de protonterapia donado por Amancio Ortega

El Hospital de Fuenlabrada ha iniciado las obras de la nueva Unidad de Protonterapia que albergará uno de los dos equipos de esta tecnología de vanguardia que donó a Madrid el empresario gallego Amancio Ortega.

La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute ha presentado este miércoles el proyecto, que el Gobierno autonómico confía en que esté terminado para el verano de 2025.

La consejera de Sanidad, Fátima Matute

La consejera de Sanidad, Fátima MatuteComunidad de Madrid

Esta nueva unidad se situará al lado del actual edificio oncológico del hospital y contará con un presupuesto de 11,1 millones de euros. El recinto contará con dos plantas con una superficie total construida de 2.164 metros cuadrados dónde, además del bunker para el acelerador de protones, se crearán nuevas dependencias.

La planta baja, de 1.290 metros cuadrados, dispondrá de las áreas de diagnóstico, tratamiento con protones y preparación de pacientes, mientras que la primera planta, de 875 metros cuadrados, se destinará a mantenimiento, suministros, despachos médicos y formación.

Maqueta del proyecto de la nueva Unidad de Protonterapia del Hospital de Fuenlabrada

Maqueta del proyecto de la nueva Unidad de Protonterapia del Hospital de FuenlabradaComunidad de Madrid

Según Matute, «la incorporación de estos equipos en la cartera de servicios de la sanidad pública madrileña permitirá aplicar una técnica de radioterapia con mayor precisión indicada para tratar tumores en niños y adultos, con una toxicidad inferior y menores secuelas que las que ocasionan otras terapias convencionales».

El segundo de los equipos de Protonterapia que la Fundación Amancio Ortega ha donado a la sanidad pública madrileña estará en el Hospital público Universitario La Paz. El complejo de esta nueva unidad forma parte del proyecto Ciudad de la Salud.

Donaciones de Amancio Ortega

Hace algo más de dos años, la Fundación Amancio Ortega pactó junto al Gobierno de España y varias comunidades autónomas una donación de 280 millones de euros para instalar 10 aceleradores de protones en el sistema público de salud de España para llevar a cabo el tratamiento de Protonterapia, uno de los más eficaces e innovadores en el mundo.

Santiago de Compostela, Barcelona, Madrid, Vizcaya, Málaga, Sevilla, Valencia y Gran Canaria, fueron las ciudades elegidas para instalar esta maquinaria, dos en el caso de Madrid y Barcelona. Gracias a estas diez primeras incorporaciones, el sistema sanitario de España se sitúa entre los países más avanzados en cuanto a tecnología y avances hospitalarios.

La protonterapia no es nueva, pero, como ocurre con el resto de tratamientos sanitarios, va evolucionando. Este método está indicado para el tratamiento de neoplasias malignas en niños y pacientes que tengan tumores a los que no se pueda acceder con facilidad. Se trata de una tecnología disponible más precisa y más avanzada para luchar contra el cáncer mediante radioterapia.

Cómo funciona la protonterapia

La también conocida como terapia de protones se fundamenta en «un tipo de radiación diferente a la de la radioterapia convencional», explican desde la Clínica Universidad de Navarra.

Aunque funcione mediante radioterapia, no obtiene los mismos resultados. Mientras la primera se basa en «un haz de alta energía de rayos X (conocidos como fotones)», detallan los expertos. Esta novedosa técnica usa partículas aceleradas –protones– de alta tecnología. Esto permite que las radiaciones lleguen directamente a la masa maligna, inactivando así el tumor.

Según explica la Clínica Universidad de Navarra, esto ocurre por las características que poseen los protones. A diferencia de otras partículas, estos tienen una masa que no sufre alteraciones en ningún momento de su trayectoria hacia la lesión a tratar. Gracias al recorrido completo, consiguen depositar «la mayor parte de su energía» dentro del tumor. Además, debido a su «propiedad de frenado súbito», no irradian más allá de ese punto de frenación, situación que no pasa con los fotones de la radioterapia convencional.

Las sesiones de protonterapia tienen una duración estimada de unos 25 minutos, la mayor parte de los cuales se destinan a la colocación, posicionamiento y verificación guiado por imagen de la zona de tratamiento en el paciente. En este sentido, el tiempo que se le dedica a la irradiación es escaso. No supera el minuto, pero es muy eficaz.

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