Ayuntamiento de Madrid
Quejas en el Samur por la presencia en los vestuarios femeninos de funcionarios varones que se han registrado como mujeres
El personal femenino de SAMUR-Protección Civil se ha quejado por la presencia de dos funcionarios varones que se han registrado como mujeres en sus vestuarios.
Tal y como han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Madrid a El Debate, el servicio de emergencias, cuando se le comunicó el cambio de sexo registrado por dos de sus trabajadores, no pudo hacer otra cosa que cumplir con la legislación vigente recogida en la Ley Trans y permitirles utilizar el vestuario de su actual sexo.
Sin embargo, en la renovación que estaban llevando a cabo de esos vestuarios, abiertos desde finales de 2023, SAMUR-Protección Civil instaló 'cabinas pudendas' en cada uno de ellos para que las mujeres pudieran cambiarse «con plena privacidad».
Desde el Consistorio sostienen que la dirección de SAMUR-PC es consciente de las quejas existentes, debido a que estos dos funcionarios continúan con apariencia física de hombres a pesar de su cambio registral a mujeres, y está «al habla con la inspección de servicios de personal del Ayuntamiento y elaborando un protocolo interno para mejorar la gestión de esta situación y que todo el personal de servicios se pueda sentir más cómodo».
Las quejas del personal femenino de SAMUR-PC vienen recogidas en una carta dirigida a la directora del SAMUR, Esperanza Junquera, adelantada por El Mundo.
«Desde hace unas semanas, trabajadoras del Samur, que utilizaban el vestuario masculino para cambiarse de ropa y ducharse, son actualmente usuarias del vestuario femenino, creemos, por lo que manifiestan, por un cambio de identidad sexual. Este hecho conlleva que, en pleno uso de sus derechos, recorren la dependencia, se cambian de ropa, se duchan y usan los inodoros. Asimismo, utilizan los aseos y cuartos de baño femeninos de todas las dependencias del servicio», empieza la misiva.
Estas personas, apuntan las trabajadoras en el escrito, «aunque con identidad de género femenino, tienen aspecto físico de hombres». «Varias trabajadoras de Samur, al compartir vestuario, hemos sido vistas desnudas o en ropa interior, cuando estamos desnudándonos o vistiéndonos para el cambio de uniformidad, sintiéndonos muy incómodas por ello. Estos sentimientos se les han expresado a las nuevas usuarias, que, innecesariamente bajo nuestro parecer, recorren casi la totalidad de las dependencias, atravesando de extremo a extremo del pasillo central y haciendo uso de las duchas y aseos de la zona más distante a la ubicación de sus taquillas, cuando disponen de unos muy próximos a ellas. En estas ocasiones se les ha solicitado que el respeto sea mutuo y que intenten evitar estas situaciones. Sorprendentemente, la respuesta de alguna de ellas ha sido: 'No me da la gana', 'este es mi vestuario', 'este es mi derecho', 'entro y salgo por donde me da la gana'. Todos conocemos sus derechos y los respetamos, pero sus respuestas, con actitud desafiante, denotan una falta de decoro y respeto hacia las compañeras que resulta intolerable», agrega la carta divulgada por el citado periódico.