Mónica Lavín, diputada del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid

Mónica Lavín, diputada del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de MadridPartido Popular

Entrevista

Mónica Lavín (PP): «El Gobierno busca criminalizar a los médicos y a la Ciencia con su recurso a las leyes trans y LGTBI de Madrid»

Seis meses después de que Mónica Lavín defendiera la reforma de las leyes trans y LGTBI del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid, el Gobierno de Pedro Sánchez las ha recurrido ante el Tribunal Constitucional. En una entrevista con El Debate, la diputada del Partido Popular critica que el Ejecutivo quiere, una vez más, «instrumentalizar» a los colectivos y, además, considera que han anunciado la interposición de ambos recursos coincidiendo con la semana del Orgullo para «apuntarse el tanto».

Pero, lo más grave, Lavín muestra su honda preocupación porque el Gobierno esté buscando «criminalizar a los médicos y a la Ciencia» y desprotegiendo a la infancia.

— ¿Por qué cree que el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido recurrir las leyes trans y LGTBI de la Comunidad de Madrid?

— Es una forma de seguir instrumentalizando a los que creen sus «colectivos» y confrontar con la Comunidad de Madrid para hacer oposición a Ayuso. No les importan lo más mínimo las leyes ni lo que implica la reforma. Lo presentan, claro, mintiendo y disparatando. El Gobierno de Sánchez renuncia, una vez más, a velar por el interés de todos, especialmente, de las mujeres y del interés superior del menor.

El Gobierno busca criminalizar de nuevo a los médicos y la Ciencia misma. Elige el populismo frente a la Ciencia y la protección de la infancia.

Desde la Comunidad de Madrid vamos a defender estas reformas tan necesarias, sensatas, fundamentadas en la opinión de los profesionales y en las reclamaciones de las familias y los interesados. Con estas reformas, lo que se consigue es que haya más protección, seguridad jurídica, rigor científico y menos ideología en la ley.

El Gobierno de Sánchez vive en el pasado. El movimiento mundial va en sentido de rectificar los abusos de las terapias de cambio de sexo sin control, sin evidencias científicas y sin respaldo de profesionales de la salud mental.

— ¿Cree que ha influido la celebración de las Fiestas del Orgullo esta semana en la decisión de interponer este recurso antes de que culmine la etapa extrajudicial abierta para que la noticia saltara precisamente en estos días?

— Sin ninguna duda. Anuncian esto coincidiendo con la «semana del orgullo», para apuntarse un tanto, cuando saben que lo que recurren es el derecho de los menores y sus familias a recibir acompañamiento y asesoramiento psicológico antes de comenzar un tratamiento que les va a cambiar la vida para siempre.

Demuestran que no les importan en absoluto ni los trans, ni los derechos de todos, ni el drama que hay detrás de leyes mal hechas.

— El Gobierno dice que el hecho de que los menores tengan que acudir a un psicólogo antes de comenzar un tratamiento farmacológico de cambio de sexo supone su «patologización» y abre la puerta a las terapias de conversión, ¿qué le parece?

— Una mentira y una manipulación. Las terapias de conversión están absolutamente prohibidas y sancionadas, ya lo estaban y por supuesto lo siguen estando en la reforma.

No podemos obviar la realidad: se ha elevado muy significativamente el número de casos de niños que quieren cambiar de sexo en un momento complicado de su adolescencia. Un elevadísimo número de ellos, con el tiempo, desiste de esa idea. De ahí la importancia de aplicar el principio médico de que lo «primero es no hacer daño». Es decir, no embarcarse en el camino sin retorno que implica el tratamiento hormonal y que tendrá consecuencias irreversibles en estos chavales, sin estar seguros de que verdaderamente eso es lo que les sucede y eso es lo que necesitan.

Mónica Lavin, diputada del Grupo Parlamentario Popular

Mónica Lavin, diputada del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de MadridPP

Es importante también tener en cuenta que una gran parte de estos son niños con algún trastorno del espectro autista, han sido víctimas de abusos sexuales, que tienen altas capacidades, que sufren bullying o depresión.

Negándoles el tan necesario acompañamiento de un psicólogo o un psiquiatra, se les priva de su derecho a la salud integral y a su desarrollo pleno. Se les destroza la vida a ellos y a sus familias.

Asimismo, se estaría dando la espalda a la evidencia científica y a los últimos estudios conocidos en Reino Unido –el informe Cass–, que han llevado a muchos países occidentales a cambiar sus legislaciones para garantizar un abordaje más prudente en aras de la protección de la infancia. Por eso, el fanatismo del Gobierno es demencial, pura irresponsabilidad, y todo por sacar rédito político.

— El Ejecutivo alude constantemente a la importancia de la salud mental y anima a acudir al psicólogo y des estigmatizar esta práctica, ¿por qué, en cambio, cree que no considera necesario ir al psicólogo cuando un menor de edad quiere tomar una decisión tan importante para el resto de su vida como es cambiar de sexo?

— El planeamiento de que los menores de edad no deben ser evaluados por profesionales de la salud mental está teñido de estigma hacia una rama de la medicina –la psiquiatría–, y hacia las personas con trastornos mentales.

Además, ¿desde cuándo el diagnóstico psiquiátrico es equivalente a una patologización? ¿Acaso diagnosticar ansiedad o autismo lo es? La evaluación psicológica es todo menos patologizadora. Se evalúa a quien va a recibir un trasplante o al que va a adoptar a un niño. Los psicólogos trabajan en los colegios, ¿se está considerando enfermos a los alumnos?

No se debe olvidar que la hormonación en estos casos no tiene la indicación de las agencias reguladoras de tratamientos farmacológicos. Son tratamientos fuera de indicación, que precisan unos controles mucho mayores que los tratamientos con indicación. Son varios los países, especialmente los que iniciaron estas prácticas hace ya muchos años, que han prohibido o limitado de forma muy importante estos tratamientos en menores para reducir el daño (que de momento parece superior al beneficio), en una medida de exclusiva protección.

La prudencia, el enfoque científico, y la asistencia integral en la intervención con menores no patologizan, sino que protegen y amparan.

— Muchas madres de niños trans han mostrado su apoyo a la reforma de las leyes implementada por la Comunidad de Madrid, ¿por qué cree que el Ejecutivo no atiende a su posición?

— Efectivamente, la reforma de la Comunidad de Madrid ha sido reclamada por cientos de familias que afrontan este problema y que no comulgan con posiciones ideológicas, sino con el legítimo interés y obligada responsabilidad de favorecer una vida plena a sus hijos, sin exponerles de manera prematura a cambios irreversibles con impacto en su salud física y mental.

Creo que esas mujeres y todo su coraje van a ser las que consigan detener este delirio. Han sufrido muchísimo y conocen bien lo que sucede. Están trabajando muchísimo por hacerse oír, que sepamos lo que está pasando y han sido silenciadas, denostadas y perseguidas durante mucho tiempo. Afortunadamente creo que las cosas están empezando a cambiar. El otro día se presentó el libro No contaban con las madres. La lucha de miles de familias contra el fenómeno trans, de Nuria Coronado. Es increíble lo que han pasado y lo que están denunciando.

Quizá el Gobierno no las escucha porque hacerlo les resultaría insoportablemente doloroso.

— ¿Qué fue lo que reformó exactamente el Gobierno de Madrid en la ley trans y LGTBI autonómicas el pasado mes de diciembre y en qué cree que beneficia a estas personas?

Con la reforma de las leyes el objetivo era el de devolver el rigor y la ciencia a la protección integral e igualdad efectiva de los homosexuales, lesbianas y transexuales, frente a la ideología y al sectarismo que se había impuesto en la ley anterior.

La reforma de ambas leyes ha seguido las recomendaciones de las sociedades médicas, de los grupos feministas y de juristas que reclamaban rectificar aspectos que ponían en peligro la seguridad jurídica, los derechos de las mujeres, el derecho a la salud y el trabajo de los profesionales sanitarios, la libertad de expresión y de cátedra, la presunción de inocencia, la pluralidad dentro de las personas LGTBI y la protección de la infancia.

Y todo es esto, es bueno para todos y no perjudica a nadie. Por eso entendemos que se utiliza la reforma como ariete contra la Comunidad de Madrid y no tiene más razón de ser.

— El Gobierno no ha querido atender las advertencias de la Comunidad de Madrid sobre los resquicios legales de la ley trans estatal que están provocando que agresores se acerquen a sus víctimas, ¿qué casos han detectado en Madrid y qué cree que debería hacer el ministerio de Igualdad al respecto?

La consejera de Familia ha denunciado que en la Comunidad de Madrid se han detectado en los últimos meses al menos tres casos de presuntos agresores de mujeres que, estando registrados en el sistema de seguimiento «VIOGEN», han modificado su sexo en virtud de la nueva ley trans nacional y han solicitado acceder a un punto de atención a mujeres víctimas de violencia.

Se han detectado también al menos otros dos casos distintos en los que el presunto agresor cambió de sexo en su DNI, lo que le evitará que la violencia que pueda ejercer en un futuro se sustancie a través de un procedimiento judicial de violencia contra la mujer. En otro caso se trata de un presunto agresor sexual pareja de la agredida, la cual al interponer la denuncia ante la Policía fue informada de que éste había cambiado ya de sexo registral al femenino, por lo que no podían considerar la denuncia como un caso de violencia contra la mujer.

Todo un sinsentido que concatena leyes llenas de inseguridad jurídica y con más ideología que rigor y garantía. Al Ministerio le pedimos que modifique la ley trans nacional.

La ley tiene que estar bien hecha para evitar abusos porque evitando esos abusos garantizamos los derechos y la protección efectiva de todos. La calidad legislativa y la seguridad jurídica que nosotros pretendemos permiten la protección efectiva sin que se convierta en un nicho de abusos.

¿Qué opinión le merece la polémica en torno al cartel de las Fiestas del Orgullo lanzado por el Ayuntamiento de Madrid?

Artificial, simplona, mentira. Deja en ridículo total a la izquierda, su falta de argumentos les retrata. Colectivizan a los homosexuales y quieren, así, pastorearlos e instrumentalizarlos para que solo voten en un sentido y enfrentar a la sociedad, pero se equivocan. Los homosexuales, lesbianas y transexuales no son sus esbirros ni los de nadie; votan y piensan libremente.

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