Comunidad de Madrid
El Gobierno de Ayuso avisó hace 40 días a Marlaska de la necesidad de imponer visado de tránsito a los mauritanos
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso lleva meses advirtiendo del caos migratorio y pidiendo soluciones al Ejecutivo central. Sin ir más lejos, el pasado 19 de julio mandó una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para advertirle de la necesidad de exigir visados de tránsito a los inmigrantes procedentes de países africanos como Mauritania. Algo que, 40 días después, Pedro Sánchez ha decidido hacer.
«Hace 40 días le pedimos al ministro Marlaska activar visados de tránsito para viajeros procedentes de Mauritania. Llega tarde. Ahora queda que el Gobierno se ponga a trabajar y no lance mensajes con efecto llamada para las mafias», apuntó la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, tras conocer la decisión del socialista de hacer caso a sus exigencias, con más de un mes de retraso.
Y es que a partir del pasado miércoles, el Gobierno de España, tal y como le había pedido la consejera madrileña el 19 de julio, decidió imponer un visado de tránsito aeroportuario a los mauritanos con objetivo de frenar la inmigración irregular.
«El Gobierno español ha acordado que los nacionales mauritanos titulares de un pasaporte ordinario necesitarán tener un visado de tránsito aeroportuario para transitar por las zonas internacionales de los aeropuertos españoles», informó la embajada de España en Mauritania a través de un comunicado en el marco de la gira africana de Pedro Sánchez.
Lo que se busca con esta medida es que los mauritanos que lleguen al aeropuerto de Barajas, además de estar plenamente identificados, no puedan quedarse en el aeropuerto. Los colapsos que se dan en el aeropuerto de Madrid Barajas en las salas de tránsito se debe a que muchos inmigrantes adquieren billetes para otros países pero, al llegar al aeropuerto de Madrid, rompen esos billetes y piden asilo en nuestro país. Con esta medida, esta posibilidad desaparece.
Con esta medida, Mauritania se convierte en el decimotercer país que tiene que entrar en España con el visado de tránsito después de Afganistán, Bangladesh, Eritrea, Etiopía, Ghana, Irán, Irak, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Somalia y Sri Lanka.
Gira africana
Durante su gira africana, Sánchez ha pasado de apostar por la «inmigración circular» para cubrir puestos de trabajo con inmigrantes a, en su última comparecencia desde Dakar (Senegal), asegurar que es «imprescindible» deportar a los inmigrantes ilegales que llegan a España. «Traslada un mensaje desincentivador, nítido y claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos», defendió.
Así, mientras Sánchez protagoniza su enésimo cambio de opinión de su carrera política, desde el Gobierno madrileño llevan tiempo advirtiendo, siempre la misma línea, de los peligros de la inmigración ilegal y pidiendo a Moncloa que actúe.
Además de la mencionada carta del 19 de julio, donde Dávila pedía la «mayor celeridad» para dar respuesta a la crisis migratoria y humanitaria, la consejera también mandó una misiva en esa misma línea meses antes.
En concreto lo hizo el 3 de abril en otro escrito en el que advertía a Marlaska de que no era posible seguir «ni un día con desinformación, falta de coordinación e improvisación por parte del ministerio».
«Ahora mismo, nos situamos en el pico más alto de ocupación de toda nuestra historia, superando cualquier escenario vivido anteriormente», recordaba Dávila en su misiva en la que ofrecía «toda la colaboración» del Gobierno madrileño para para solucionar «un grave problema que afecta a todas las administraciones».