La historia del solar de Padre Damián: un convento que Franco regaló a las monjas adoratrices que fue demolido en 1991

En 1991 el convento de las monjas adoratrices situado en la esquina de las calles de Fray Bernardino Sahagún y Padre Damián de Madrid saltó por los aires. Este lugar había sido la casa central de estas religiosas, dedicadas a servir a mujeres en contextos de prostitución y otras situaciones de violencia, desde 1957, año en el que se levantó el edificio y Franco se lo regaló con el objetivo de asistir a «jóvenes desamparadas».

Así este edificio del barrio de Hispanoamérica fue el hogar de estas monjas durante casi treinta años, hasta que en 1985 estas mujeres se lo vendieron al Gobierno de España. Concretamente lo hicieron a Patrimonio del Estado, que depende del Ministerio de Hacienda, por 800 millones de las antiguas pesetas (4,8 millones de euros).

Tras la venta, en 1991, Patrimonio del Estado ordenó demoler el edificio que había adquirido seis años antes para construir ahí un edificio de oficinas. Sin embargo, el lugar se ha convertido ya en un solar mítico del barrio, pues en 33 años, aún no se ha levantado ningún edificio.

Pero ahora, en 2024, la situación ha dado un giro radical y en los planes del Ejecutivo de Pedro Sánchez sí entra construir, más de tres décadas después, esas oficinas. En concreto, el departamento que encabeza la vicepresidenta María Jesús Montero tiene previsto comenzar el año que viene las obras para erigir en ese solar un edificio administrativo de nueve plantas que también incluirá, en principio, un megaparking con capacidad para 1.200 coches y 100 motos.

Un extremo que, a pesar de los planes de Hacienda, todavía está en el aire porque, según informó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el pasado mes de junio, falta un estudio de movilidad «imprescindible» para que el Consistorio conceda al ministerio la autorización para realizar ese aparcamiento subterráneo.

El proyecto del estudio Cruz y Ortiz Arquitectos, con la colaboración de Ulargui Arquitectos, resultó el elegido de entre 29 propuestas para diseñar este nuevo edificio que contará con 30.000 m2 de oficinas sobre rasante y un sótano de 3 plantas que alcanzará los 45.000m2.

«El jurado ha valorado la calidad compositiva y formal de la propuesta, por su rotundidad y representatividad volumétrica, que permite transmitir una imagen unitaria y de carácter institucional. Considera muy adecuada la traza elíptica dentro de la forma triangular de la parcela, y los espacios exteriores que contribuyen a generar un tejido urbano cohesivo, siendo en conjunto una propuesta muy coherente», recoge el estudio en su página web.

Considera muy adecuado, agrega, «el diseño de los espacios propuestos para el uso de oficina, que ofrecen un grado elevado de flexibilidad y optimización espacial. Se destaca la configuración del acceso al recinto y a los distintos departamentos, así como la situación del programa con los requerimientos espaciales más singulares fuera del edificio principal. La propuesta ha sido también considerada adecuada en cuanto a criterios bioclimáticos y de sostenibilidad, y su análisis y grado de detalle».