La gran cruz del Valle de los CaídosGTRES

El declive del Valle de los Caídos desde que Sánchez exhumó a Franco: las visitas caen en picado

El Valle de los Caídos resiste ante el abandono y la situación crítica que se le cierne encima. El conjunto monumental está viviendo un declive desde que Pedro Sánchez decidió exhumar a Francisco Franco y a José Antonio Primo de Rivera. Esta iniciativa fue de las primeras que tomó el presidente del Gobierno cuando llegó a la Moncloa y el 24 de octubre del 2019 el dirigente español salía del Valle de los Caídos.

La expulsión de los dos políticos ha perjudicado al conjunto monumental que ha notado una caída en sus visitas. Además, las goteras y desperfectos que no arregla el Gobierno central provocan que no sea un lugar visitable como hace una década.

Un año antes (2018) de que Sánchez decidiera exhumar a Franco del Valle de los Caídos, el conjunto monumental recibió 378.875 visitantes y era el tercer inmueble de Patrimonio Nacional más visitado de toda España.

Tras estas dos salidas, el Valle ha notado una fuerte caída aunque sigue conservando su patrimonio histórico y cultural. El conjunto monumental recibió en 2023 a 183.198 personas, en estos cinco años la bajada es de 195.677 visitantes.

La exhumación de Francisco Franco le costó al Gobierno 63.061,40 euros –tanto de la extracción de los restos como de las obras en el panteón de El Pardo– y el uso de dos helicópteros Super Puma de Ala 48 del Ejército del Aire.

La exhumación de Francisco FrancoEFE

Además de la salida de los dos líderes políticos, la situación deplorable por la que pasa el Valle de los Caídos no ayuda a que el conjunto acoja a sus visitantes. Su responsable, Patrimonio Nacional, lleva tres años sin invertir un euro en el templo.

Personas cercanas al entorno del Valle explican a El Debate que «las goteras y las humedades continúan y sus arreglos está completamente paralizados. Además, se le suma que las bóvedas caídas no se reparan. Desde el 2017 no se ha vuelto a hacer nada».

En este sentido, estas fuentes señalan que «Patrimonio Nacional lleva tres años sin aportar ni un euro a la Abadía para el cumplimiento de los fines fundamentales y, por tanto, es la propia institución del Valle de los Caídos quien está sufragando todos los gastos para que se siga manteniendo este monumento».

Este desinterés por parte del Gobierno se muestra en que las peticiones que realizan los monjes. «No atienden absolutamente nada, solamente cuando hay una avería seria la afrontan y de malas maneras», relatan las personas del Valle de los Caídos.

Goteras en el interior del Valle de los Caídos

Aumento de exhumaciones

Pedro Sánchez tiene en el punto de mira el Valle de los Caídos. A la exhumación de Franco se le han sumado la de varias personas que fueron enterradas allí. Desde el Ejecutivo central celebran que se hayan pasado de 60 a 170 peticiones de exhumaciones en un año.

No es casualidad que el Ejecutivo de Sánchez haya convertido el Valle de los Caídos en un tema de bandera de sus políticas de memoria democrática y no deje de hablar de él constantemente.

Esta sobreinformación ha provocado que los españoles recuerden las consecuencias de la Guerra Civil y la división de bandos. Durante los mandatos de Mariano Rajoy o José Luis Rodríguez Zapatero el Valle de los Caídos no era un tema recurrente en sus políticas.

Sánchez quiere destruir el Valle de los Caídos y reconvertirlo en un centro de interpretación. Para ello, debe expulsar a los monjes benedictinos –se ha propuesto finales de 2025 para cumplir este objetivo– y proceder con las exhumaciones pertinentes.

Si Sánchez no hablase constantemente del Valle y generase su rechazo, las peticiones de exhumaciones se mantendrían como durante los anteriores Gobiernos de la nación.