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Así afectará a Madrid la eliminación de las Golden Visa que atraen a inversores extranjeros

Todos ellos seguirán disponible la opción del régimen fiscal de impatriados aunque, en dicho caso, se requerirá un desplazamiento de su residencia fiscal a España

Desde hace ya un par de años se viene observando una tendencia a incrementar la carga fiscal sobre los contribuyentes españoles y extranjeros con grandes patrimonios. Primero lo vimos con la aprobación tras la pandemia del Impuesto a las grandes fortunas a finales de un ejercicio fiscal y sin casi tiempo de reacción para rehacer una planificación fiscal, lo que provocó la salida de grandes fortunas y sus inversiones de España.

Desde el despacho de abogados Golden Partners, Ángel Sánchez explica a El Debate que «desde principios de este 2024 se amenazaba con la limitación de este permiso de residencia en España, la Golden Visa o visa dorada, para todas aquellas inversiones que no fueran exclusivamente en Real Estate».

Sin embargo, parece que finalmente han decidido que la eliminarán en su totalidad desde el próximo 1 de enero de 2025, derogándola también para el resto de inversiones que en nada afectaba al mercado de la vivienda en España, más bien al contrario, contribuían al desarrollo económico y social de muchas regiones.

Para «obtener la Golden Visa en España antes de que termine el 2024, cualquier extranjero puede invertir, aparte del medio millón de euros en bienes inmuebles; dos millones de euros en deuda pública española, o un millón, bien en acciones o participaciones sociales de empresas españolas establecidas o de startups», explica Ángel Sánchez, abogado de Golden Partners

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Consecuencias de la eliminación

«Eliminar la visa dorada provocará la pérdida de inversión en títulos de deuda pública española, recordemos, de al menos dos millones de euros por cada inversor extranjero, lo que irá en detrimento de esta contribución al fortalecimiento financiero del Estado español», comenta Sánchez.

En este sentido, señala que «el tejido empresarial español también perderá la posibilidad de ser financiado por inversión extranjera, pues tanto grandes corporaciones como pequeñas y medianas empresas dejarán de ser beneficiarias de al menos un millón de euros de inversión por cada extranjero gracias a este permiso de residencia».

«Además, las entidades financieras españolas perderán fuerza en sus depósitos bancarios que hasta ahora permitían a los extranjeros mantener su capital en España de forma líquida, lo cual a su vez resultaba útil a estos si necesitaban acceder de forma más rápida a los fondos», recalca abogado.

Asimismo, subraya que «también dejarán de despegar grandes proyectos de interés general destinados a crear puestos de trabajo y un impacto socioeconómico positivo para la región en cuestión donde estuviera fundado dicho proyecto y en donde el inversor extranjero podía aportar su capital para a cambio obtener el permiso de residencia en España».

«No creo que eliminar la Golden Visa sea beneficioso para el problema de la vivienda, ya que el problema de la vivienda se centra fundamentalmente en el acceso a viviendas que se alquilan entre 800 y 1.500 euros para el general de la sociedad, y cuyo coste de compra puede estar entre los 100.000 y los 400.000 euros», apostilla desde Golden Partners.

En esta línea, explica que «las personas que se benefician de la Golden Visa invierten, primeramente, en una vivienda para sí mismos, y rara vez el precio es inferior a los 900.000, un millón de euros, y el alquiler de este tipo de viviendas suele ser de los 3.000 euros en adelante».

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Otras pérdidas

Además de todo el impacto económico y social que supondrá el dejar de recibir capital extranjero para proyectos empresariales de interés general o para nuestra deuda pública, otras grandes oportunidades son también a nivel demográfico.

«Muchos inversores hispanoamericanos veían en la visa dorada española la agilización de su acceso a la ciudadanía española. Una cuestión no menos importante dada la crisis de natalidad que sufre España en la actualidad», comenta Sánchez a El Debate.

En cuanto a las nacionalidades de los inversores extranjeros, los principales afectados son ciudadanos chinos, estadounidenses, británicos, belgas, árabes, y, por supuesto, de toda Hispanoamérica.

Para todos ellos seguirá disponible la opción del régimen fiscal de impatriados aunque, en dicho caso, se requerirá un desplazamiento de su residencia fiscal a España para poder beneficiarse.